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Reportaje:

La población de halcón 'vuela' en picado

El nacimiento de crías de esta rapaz disminuye de las 23 de 1999 a las 10 de 2000 por el uso abusivo de pesticidas

Una expedición de ornitólogos y biológos avanza, mochila al hombro, por el borde de un cortado dentro del Parque Regional del Sureste. Son los que más saben sobre halcones de la Sociedad Española de Ornitología y, contratados por la Consejería de Medio Ambiente, visitan la zona para desarrollar el Programa de Control y Seguimiento de la Población de Halcón Peregrino en la Comunidad de Madrid. Los halconeros buscan uno de los 16 nidos -el año pasado había cuatro más- de halcón peregrino (Falco peregrinus) que quedan en las cuencas de los ríos Jarama, Manzanares y Henares. Su tarea consiste en contar el número de pollos que hay en el nido, extraerles sangre y ponerles anillas para poder seguir sus pasos una vez abandonen el hogar paterno.El ruido de las pisadas alerta a la pareja adulta de halcones. Mamá halcón es la primera en abandonar el nido. Se lanza al vacío desde el cortado en un aleteo eléctrico, poderoso. Le sigue su pareja, papá halcón, de menor tamaño, pero más ágil en vuelo. Es una maniobra de distracción. Tratan de captar la atención de los extraños que se acercan a su nido y así evitar que descubran a los tres pollos que pían asustados desde una profunda grieta del acantilado.

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Son tres de las diez crías de halcón peregrino que han nacido este año en los 35 nidos que hay repartidos por la región. La cifra ha destapado la preocupación de todos por su escasez. El año pasado nacieron 23 pollos, y fue el año en el que se registró la crianza más baja. Los expertos de la SEO han alertado sobre la escasa reproductividad de estas rapaces, que, según creen, se debe al uso de pesticidas no autorizados en los cultivos.

¿Qué vínculo une el campo con los halcones y causa la esterilidad en las parejas o el fracaso en las nidadas? La respuesta es sencilla: las palomas y los estorninos se alimentan de semillas contaminadas de pesticidas usados en los campos de cultivo. Los halcones se comen a las palomas o estorninos, que constituyen el 90% de su dieta alimenticia, y así ingieren los pesticidas contaminantes. "Las semillas son tratadas con pesticidas o metales pesados para que no les ataquen los hongos y germinen mejor, así los agricultores se aseguran la mayor productividad posible de su terreno", aclara Juan Carlos del Moral, biólogo y técnico de la SEO. "Algunos agricultores mezclan el pesticida que les sobró de la campaña anterior con otro nuevo, lo que provoca reacciones químicas de efectos desastrosos", añade. Del Moral solicita de la Comunidad un aumento del control de las fumigaciones.

Luis Prada, biólogo del Servicio Regional de Protección y Conservación del Medio Ambiente, admite que "los campos no están sometidos al control que debieran". "La Dirección General de Agricultura tendría que aumentar las inspecciones a los agricultores para controlar que los pesticidas son los autorizados", dice.

Los ornitólogos afirman que los tres pollos nacidos en el acantilado del Parque del Sureste han tenido suerte. Juan Carlos Rincón, técnico de la SEO, se descuelga con una cuerda por el cortado para cogerlos. Los pequeños halcones le ven antes de que él les vea y se adentran en la grieta para esconderse. Juan Carlos logra coger dos con la mano. Le clavan las garras y pían con rabia. El tercer pollo, el mayor, se adentra en la grieta casi dos metros. Juan Carlos emplea una vara que acaba en una red para atraparle. Lo logra y le mete en la mochila con sus hermanos. Los ornitólogos tiran de la cuerda y suben la mochila hasta la parte alta del acantilado. Allí les sacan sangre, les toman medidas y les anillan las patas. Una de las muestras de sangre se la queda el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para identificar a las rapaces en caso de expolio del nido. Los ornitólogos se quedan dos muestras más para analizarlas y ver el estado de salud de los pollos.

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Concluidas las pruebas, los ornitólogos devuelven las crías al nido. Papá y mamá halcón regresan minutos más tarde para comprobar que sus pollos están bien.

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