Un futuro con grandes incógnitas
El título de Copa tendrá un efecto saludable para un club que se ha pasado lustros sobrellevando con resignación y con la mayor dignidad posible todas las calamidades que le han sobrevenido: el varapalo de la final de la Copa de la UEFA perdida en 1988, el último descenso en 1993, la venta de Sarrià en 1997... las dificultades presupuestarias que le han obligado a seguir prescindiendo de muchos de sus mejores jugadores: Toni, Iván Helguera, Lardín, Esnaider, Capdevila, Roberto o Urzaiz por citar algunos ejemplos recientes.El Espanyol ha hecho juegos malabares con la contratación parcial de los derechos de algunos futbolistas. Así ha sido podido prescindir, sin un gran desembolso económico, de jugadores que no se adaptaron como el mexicano Villa o el argentino Domínguez. En cambio, el club debe decidir ahora si hace valer las opciones de compra que posee sobre Cavallero y Martín Posse, cuyos derechos comparte con el Vélez Sarsfield, y Toledo, cedido por el Udinese. También debe despejarse en breve la situación de Galca, al que desea renovar el club blanquiazul pero que posee varias ofertas, así como el de Pochettino, aunque parece que las negociaciones para renovarle están muy avanzadas.
Además, el Espanyol puede recuperar a jugadores que ha cedido a otros clubes como Nan Ribera y Morales (Alavés) y Argensó (Badajoz). Pero las incógnitas empiezan por el mismísimo presidente del club, Daniel Sánchez Llibre, que todavía no ha comunicado si va a continuar en el cargo. Esta semana tiene que desvelar una decisión que ya ha tomado pero que, por el momento, sólo él y su familia conocen.
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