Erich Mielke, ex jefe de la Stasi
"Su mal corazón ha cesado de latir". Con estas palabras resumía el diario sensacionalista Bild la muerte del ex jefe de la Stasi Erich Mielke, el domingo por la noche. Mielke, de 92 años, estaba enfermo del corazón y padecía anemia. Murió sin compañía en un asilo de ancianos de Berlín, una de esas típicas construcciones de paneles de la RDA donde su hijo, un médico de la institución, le había internado el pasado abril. Este hombre, que para los alemanes era la máxima encarnación del sistema policial de la RDA, dirigió el Ministerio de Seguridad del Estado entre 1957 y 1989 y a él se asocia el sistema de delación y espionaje que penetraba la vida de la RDA hasta sus más cotidianos y banales detalles.Mielke participó en el movimiento obrero alemán desde los años veinte y era miembro del partido comunista desde 1927. En 1931 tuvo que huir de Berlín y refugiarse en la URSS, tras el asesinato de dos policías en la capital alemana. Con el nombre de guerra de Fritz Leissner, Mielke combatió con las Brigadas Internacionales en la guerra civil española (1936-1939). Tras estar internado en Francia, regresó a Berlín en 1945 e hizo carrera en la Alemania comunista.
El 7 de noviembre de 1989, Milke se retiró de su puesto y el 17 de noviembre de aquel año fue expulsado del Comité Central del Partido de la Unidad Socialista Alemana (SED). En 1991 fue juzgado por el atentado que costó la vida a dos policías en 1931. Para incriminarlo sirvieron los expedientes de aquel suceso, que Mielke había guardado bajo llave con la escrupulosidad que le caracterizaba.Cumplió dos de los seis años a los que fue condenado. Fue liberado debido a su mala salud, que le salvó también de ser acusado de las muertes ocurridas en los intentos de pasar la frontera entre las dos Alemanias o por los delitos de la Stasi.
Los políticos alemanes no han expresado ningún pesar por la muerte de una figura tan simbólica como Mielke. El pastor Friedrich Schorlemmer, un destacado disidente, calificó al ex jefe de la Stasi de "asesino entre bastidores". Schorlemmer elogió, sin embargo, la decisión de no procesar a Mielke por razones de edad y salud. El jefe del grupo parlamentario del PDS (los ex comunistas de la RDA), Gegor Gysy, dijo que Mielke había tenido "una contribución decisiva en el fracaso del intento socialista sobre el suelo alemán". Ayer, las emisoras de radio alemanas retrasmitían el documento sonoro de la última intervención de Mielke en la Cámara Popular (el Parlamento) de la RDA. "Yo quiero a todos los hombres. Los quiero", había dicho el general de la Seguridad del Estado, mientras los parlamentarios se reían de aquel representante de un mundo que se hundía.-
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