El gerente del Sant Pau reitera que no conocía las muertes en lista de espera

El gerente del hospital de Sant Pau, Joaquim Esperalba, reiteró ayer que desconocía la existencia de muertes de pacientes coronarios en lista de espera y se negó a analizar, "por su carácter confidencial", los distintos e-mails internos que el jefe de cirugía cardiaca, Alejandro Arís, dirigió desde 1999 a la dirección médica alertando de que algunos enfermos morían antes de su cita con el quirófano. Esperalba reveló ayer las conclusiones de un informe interno que niega la relación de las muertes denunciadas por Arís con las listas de espera.

En un intento de eludir responsabilidades, Esperalba convocó ayer a los medios de comunicación para revelar el resultado de la investigación interna abierta por el hospital.En el mismo sentido en que el consejero de Sanidad, Eduard Rius, se expresó el pasado miércoles en el Parlament, la investigación interna del hospital de Sant Pau concluye, según el gerente, que ninguna de las siete muertes denunciadas "pueden atribuirse al hecho de que los pacientes estaban en lista de espera". A la misma conclusión se ha llegado tras analizarse, por indicación de Arís, otras dos muertes ocurridas antes del verano.

Al ser preguntado acerca de si la dirección del centro, con el resultado de la investigación en la mano, ha concluido que Arís ha causado con su denuncia una alarma infundada, Esperalba evitó acusar al jefe de cardiología y atribuyó su carta "a las presiones" bajo las que trabaja, causadas en parte por las listas de espera. "Es un excelente cirujano y nos merece todo el respeto profesional", agregó Jordi Craven, presidente de la comisión que ha llevado a cabo la investigación.

La citada comisión, integrada por cinco directores médicos de distintos servicios del hospital, ha analizado las historias clínicas de los nueve pacientes y se ha pùesto en contacto con las familias de los fallecidos. En los casos en que ha sido necesario, se ha pedido informes a los centros que derivaron al paciente al Sant Pau.

El informe asegura que en seis casos los pacientes ni siquiera estaban en lista de espera y que el resto murió por otras patologías. Entre los casos analizados, el doctor Craven citó el de un paciente que debía ser operado para cambiarle la pila del marcapasos, pero falleció antes a causa de una insuficiencia respiratoria "y la pila seguía funcionando cuando murió".

Otros dos enfermos fueron diagnosticados en el hospital del Mar y se les concertó la primera visita con el cirujano cardiaco, "pero no acudieron a la cita y su historia clínica en nuestro centro está en blanco". Otro paciente que tenía programada una intervención para dentro de cuatro meses no regresó al hospital y un enfermo que tenía cita para dentro de cinco meses tuvo que ser operado antes porque empeoró, pero muríó posteriormente por complicaciones posoperatorias. Craven citó también el caso de un paciente que falleció súbitamente "antes de que le hubiera visitado un cirujano cardiaco", por lo que "no se puede decir que estuviera en lista de espera".