Diálogo

Se rompió el hielo. Chaves se entrevistó con Aznar en La Moncloa. Las calabazas que el presidente andaluz recibió en la pasada legislatura parece que serán historia. Nuevo estilo, nuevos modos, aunque queda por ver qué hará en Andalucía la presidenta del PP-A, Teófila Martínez. Ya en las pasadas elecciones se observó falta de sintonía entre algunas propuestas que se hacían en Andalucía y las que emanaban del PP nacional. Martínez, esta misma semana, en términos muy duros, conminaba y exigía a Chaves que aceptara el actual modelo de financiación. Una negociación como la iniciada en La Moncloa no puede partir de imposiciones previas, sino abrir un debate para buscar puntos de coincidencia. Teófila Martínez deberá cuidar sus maneras. No estamos en campaña electoral, aunque los populares andaluces, después de la reunión tenida en Málaga, ya iniciaron la carrera de las urnas. Largo me lo fiáis. Lo importante es que, como dice Chaves, hay un cambio de actitud de Aznar hacia Andalucía. Hay que confiar que desde Andalucía no se torpedee esta etapa de diálogo que se abre, con un ejercicio permanente de cordura. Por parte del Gobierno andaluz ya hay síntomas de que será así. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, flagelador impenitente de la derecha andaluza, ha moderado su lenguaje, habla de "nueva etapa" y entierra la espada, para usar las artes florentinas, en la negociación que se abre. Enfrente tendrá otro habilidoso espadachín de salón como es el vicepresidente Mariano Rajoy. La misma consejera de Economía, Magdalena Álvarez, fustigadora incansable de Teófila Martínez y de Antonio Sanz -"es que no se enteran, oiga"-, manejará los datos no ya como arma arrojadiza sino como elemento básico para que Andalucía reciba lo que le pertenece.

Lo que hay que lamentar es que se haya perdido tanto tiempo en abrir las puertas del diálogo por el empecinamiento de Aznar, que en círculos sensatos del PP no se llegaba a entender. Es el momento de enterrar el hacha de guerra y en los próximos meses el AVE se convertirá en el cordón umbilical entre Sevilla y Madrid. De los resultados, habrá que esperar. Pero algo hemos ganado los andaluces: se ha firmado la paz.

JUAN DE DIOS MELLADO