Contra las barreras cinematográficas
Para una persona con sordera severa, el cine no dejó de ser mudo a partir del estreno de El cantor de jazz, en 1927. El 80% de los sordos padecen de una pérdida de la capacidad auditiva que oscila entre el 1 y el 75%. A ellos, que en Alicante son el 10% de la población, va dirigido el sistema Infraport 250, para el que los cines Navas de esta ciudad han adaptado especialmente el 40% de su aforo, de 860 butacas.La técnica no es compleja: unos auriculares inalámbricos equipados con un regulador de volumen y con un receptor de rayos infrarrojos como el que en los televisores recibe la señal del mando a distancia. El emisor es, en este caso, un aparato instalado en el techo y orientado a las butacas situadas en la parte trasera del cine, a la izquierda. Y lo que transmite es el sonido de la película en alta fidelidad, que el usuario amplifica en función de su grado de sordera. De hecho, el sistema y los aparatos son los mismos que se pueden alquilar en algunos museos para recibir explicaciones sobre las obras, o los que se emplean para la traducción simultánea en los congresos.
El martes se realizó en los cines una demostración para la prensa con la película Gladiator, de Ridley Scott. Juan José Gimeno, del Laboratorio de Acústica Electrónica Médica (LAEM), y Vicente Espada, propietario de los cines, recomendaron expresamente no excederse con el volumen mientras, en la pantalla, las legiones romanas se empleaban en reducir a carne picada a un hatajo de germanos reticentes a ser conquistados. Los sonidos de la batalla llegaban con nitidez incluso con el regulador de volumen al mínimo. Los auriculares son ergonómicos, pesan 25 gramos y están unidos por una pieza y el único requisito para que funcionen correctamente es no tapar con la mano o cualquier objeto un cristal negro que es el receptor de la señal que llega desde el techo.
Los cines Navas son pioneros en España en utilizar el sistema Infraport 250, fabricado por la empresa alemana Sennheiser e inicialmente pensado para su uso en el ámbito doméstico. La instalación la ha realizado el LAEM, que precisa que "cada vez es mayor el número de personas con problemas de audición que oyen, pero no entienden". Ello es debido a problemas en la recepción de frecuencias agudas, las más importantes para entender las palabras. Los auriculares, de alta fidelidad y con batería recargable con seis horas de autonomía, solucionan ese problema.
La publicidad de Sennheiser, firma que es líder mundial en microfonía y sistemas inalámbricos utilizados en televisión, se dirige en Europa a la aplicación de sus aparatos en el hogar y la vida cotidiana. Así, las fotografías de su publicidad muestran escenas familiares en las que uno de los personajes disfruta de la conversación en torno a la cena o se sienta frente a la pantalla gracias a los auriculares. En Estados Unidos, la instalación de este tipo de sistemas de audición es obligatoria por ley en sitios de gran asistencia de público.
El empresario Vicente Espada no quiso precisar la cuantía de la inversión para la instalación de este sistema, pero adelantó que, si funciona, lo extenderá a las otras salas de cine de las que es propietario. De momento, en los Navas hay diez auriculares a disposición de todo aquel que acredite en el momento de comprar su entrada que sufre de una sordera de niveles inferiores al 75%. Para pérdidas hasta el 90% pueden fabricarse auriculares personalizados.
Gimeno dijo que sólo un cine de España posee un sistema similar, aunque asegura que es más incómodo y defectuoso que el del cine Navas. La orientación de la máquina emisora implica que las personas que necesiten de la ayuda del Infraport 250 para escuchar la película deban ocupar sus butacas en la misma zona. Vicente Espadas señaló que considera que, por el momento, la oferta es suficiente, aunque podría ampliarse la cobertura a toda la sala.
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