El juicio por la muerte de una niña por electrocución acaba con penas de multa

Las cuatro personas acusadas de la muerte de una niña de cinco años que se electrocutó al pisar un cable de una farola en el jardín de un hotel de Calafell en 1994 aceptaron ayer una multa de 60.000 pesetas para cada uno en el juicio celebrado en la Audiencia de Tarragona. Tras la retirada de la acusación particular del proceso después de pactar una indemnización, la fiscalía y la defensa llegaron también a un acuerdo.

Para la quinta persona inculpada en el caso, E. L. S., responsable de Ecasa, entidad colaboradora de la Administración, el fiscal solicitó la absolución. En sus conclusiones provisionales, el fiscal acusaba a las cinco personas que ayer se sentaron en el banquillo de un presunto delito de homicidio imprudente y reclamaba para cada uno tres años de prisión y cuatro de inhabilitación, así como 30 millones de pesetas de indemnización para los padres de Cristina Arió Lou, de cinco años, que murió electrocutada la noche el 27 de junio de 1994. La pequeña, vecina de Zaragoza, recibió una descarga eléctrica que le produjo la muerte al tropezar con una de la farolas del jardín Alondra de Calafell. Según la fiscalía, los acusados, M. J. B. D., E. M. R. y J. S. D., encargados de mantenimiento del hotel, eran conocedores de las deficiencias de las instalaciones eléctricas del hotel.

El fiscal también acusaba a F. S. C., electricista y fontanero de una empresa de instalaciones, por "efectuar meros empalmes de las farolas del jardín con la toma general con cinta aislante".

Tras el pacto entre las partes, la Audiencia condenará a cada uno de los acusados a 60.000 pesetas por una falta de imprudencia leve con resultado de muerte. El acuerdo ha sido posible porque la familia de la niña había cobrado 22 millones de pesetas de indemnización por la vía civil y se había retirado la acusación particular en el caso. El padre de la menor se mostró ayer indignado por el acuerdo.