Artexpo se clausura con un ligero aumento de ventas y público
A falta de datos definitivos que hasta hoy no serán computados, la organización de la feria Artexpo, que se clausuró ayer, cifró aproximadamente entre 41.000 y 42.000 personas el número de visitantes que accedieron a la feria en los cinco días de celebración. En la anterior edición, según datos oficiales, la afluencia fue de 38.500 personas. En el apartado de piezas vendidas, de acuerdo con la nota oficial, "se podría hablar de 1.100 o 1.200, lo que representa un aumento del 10% al 20% con respecto al año anterior"."Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de obras vendidas hacemos referencia a las que salen del recinto, que exigen un control, no así las que se venden pero son retiradas con posterioridad", explicó ayer Albert Gimeno, director de Artexpo, subdirector general de Fira de Barcelona y hombre vinculado al mundo del comercio del arte. "Si hablo como galerista, de las 14 obras que he vendido, sólo dos han sido retiradas por los compradores", explicó Gimeno. "La sensación generalizada es que este año se ha vendido y que ha sido importante la presencia de coleccionistas de fuera de Cataluña", comentó Gimeno que también destacó que el aumento de ventas se había producido en piezas "que si habláramos de coches serían de gama media-alta".
Mismo público
El galerista Josep Canals, aunque reconocía que comercialmente la feria había sido buena, se lamentaba, en contra de lo dicho por Gimeno, de que el público era el de siempre. "He vendido a gente que también puede venirme a comprar a Sant Cugat. Pienso que falta más presencia de compradores de fuera de Cataluña". En Barbié, la sensación era buena: "Mejor que otros años". En su caseta, una obra de Jean Metzinger lucía el punto verde de apalabrado. Frente a frente, en la galería Leandro Navarro de Madrid, una acuarela de Picasso titulada Tête de mousquetaire tenía el punto rojo de vendido. En el espacio de la galería italiana Cardelli & Fontana, el punto rojo estaba situado en un óleo de 1968 de Wifredo Lam. En Artur Ramon, encontraban, sin embargo, que la situación en la feria se encuentra "encallada".
La galerista María José Castellví mostraba su contento por la marcha comercial de la feria, pero advertía que ésta tendría que tomar un rumbo más exigente en su próxima edición. También se mostraba optimista Carme Espinet. "El tipo de obra que presento requiere vender mucho para rentabilizar la inversión. Yo estoy contenta con la feria. Han venido mis clientes y también he establecido contacto con otros nuevos".
Como es tradicional en cada edición, Fira de Barcelona adquiere una obra de las presentadas en Artexpo para su colección institucional. Este año, la pieza comprada ha sido un óleo del artista Julián Grau Santos. Artexpo ha concedido un premio al mejor artista joven, que ha recaído en el artista Ramon Surinyach Pous, de 24 años de edad, presentado por la galería Susany. El galardón está dotado con 350.000 pesetas.
