Un consejo claramente dividido
De persistir hoy la negativa de los accionistas de Cantábrico, el futuro de la sociedad será incierto. Un nuevo veto de la junta general constituirá el segundo desaire, si no desautorización, de la masa social al consejo de administración en apenas un mes.El consejo de Cantábrico está además dividido en tres facciones: la que representa el sector mayoritario (La Caixa, Masaveu, Carceller y Banco Sabadell), favorable a la OPA; Caja Asturias, que se opone; y TXU, que defiende sus propias aspiraciones de control sobre Cantábrico, y cuyo proceder fue tachado de "desleal" por el presidente de Cantábrico, Óscar Fanjul.
Esta división interna aumenta por la manifiesta falta de entendimiento entre Fanjul y el consejero delegado de Cantábrico, Antonio Tuñón, quien ha ido perdiendo el respaldo en el seno del consejo. Tuñón, que llegó a Cantábrico de la mano de la familia Carceller, ha estado muy próximo a las posiciones de TXU hasta que en la reunión del consejo de administración del 31 de marzo se sumó explícitamente a las posiciones de La Caixa, Masaveu, Carceller y Sabadell en defensa de la OPA de Fenosa. En medios del consejo de administración y de varios grupos accionariales de Cantábrico se ha podido constatar el creciente aislamiento del consejero delegado.
La situación interna se complica porque Caja Asturias, titular del 10%, sabe que es demasiado pequeña para impedir por sí misma una OPA sobre Cantábrico, máxime si, como es el caso de Unión Fenosa, tiene el respaldo de un gigante bancario como el BSCH. Si hasta ahora la Caja ha podido vetar la operación con sólo el 10% de Cantábrico es porque, casualmente, otro accionista, TXU, mantiene por ahora posiciones análogas. La debilidad de la caja en defensa de la independencia de Cantábrico es aún mayor cuando es público y notorio que cuatro grupos accionariales de referencia de Cantábrico están en actitud de vender, entre ellos La Caixa, propietaria del 11,75% de la empresa asturiana.
La Caixa precisa salir de Cantábrico para poder aumentar su posición en Endesa, donde ya tiene algo más del 3%. Según las normas dictadas por el Gobierno, un mismo accionista no puede estar presente en más de una eléctrica si supera el 3%.
