"La ficción de política que estamos viviendo no responde a la realidad"
El director general de Euskal Irrati Telebista, Andoni Ortuzar, recibirá este año 12.000 millones de pesetas de los presupuestos para gestionar cuatro emisoras de radio, dos cadenas de televisión convencionales, un canal por satélite y dos canal temáticos que distribuye por cable Euskaltel. Aún así, su plan estratégico pide 7.000 millones de recursos extraordinarios para la renovación tecnológica y estabilidad financiera para afrontar la prestación de un servicio público. Ortuzar defiende que los medios audiovisuales públicos deben competir en todos los nuevos soportes para captar audiencia y vender sus producciones.Pregunta. ¿Qué entiende por servicio público cuando se refiere a EITB?
Respuesta. Con una percepción clásica del concepto, como lo define nuestra ley de creación, somos un servicio público con el triple objetivo de contribuir a la normalización lingüística, ofrecer a la ciudadanía vasca información y comunicación suficiente y promover la industria audiovisual. Pero donde más se produce el cambio de servicio público será con las nuevas tecnologías. La digitalización va a provocar una mayor posibilidad de emisión, más canales, más programas, a través del cable, del satélite, y de Internet, en un poquito más de tiempo. Puede suceder que esta explosión de la oferta se quede sólo en manos privadas y que el ciudadano no tenga a su disposición, para recurrir a ello o no, el acceso al servicio público en los nuevos soportes. Nuestra apuesta es profundizar en la normalización, información e industria audiovisual, pero profundizando en las nuevas tecnologías para garantizar que los ciudadanos vascos de toda clase y condición puedan acceder a la mayor parte de esos soportes y lo puedan hacer en las dos lenguas oficiales de esta comunidad.
P. ¿Cree que la ciudadanía percibe así el carácter de servicio público?
R. Puede suceder que los nuevos canales sean de pago, sean caros y sólo tengan acceso a ellos quienes tengan dinero. Nosotros estamos para corregir esa situación. No sé lo que percibe la ciudadanía, es un concepto muy etéreo. Hacemos estudios cualitativos y cuantitativos a la audiencia y tenemos la satisfacción de que ETB-2 es la televisión con mejor imagen en Euskadi después de La 2 de TVE, que no quiere decir que sea la más vista. Hay otros indicadores: tenemos un 66 % de producción propia, somos la televisión que más tiempo dedica a informativos diarios.
P. La valoración de los partidos políticos no es tan optimista. La oposición no cree que cumpla con el servicio público ni que muestra la pluralidad de la sociedad vasca. Y la peor parte se la llevan los informativos.
R. Sí, pero hay bastante hipocresía en todo esto. El que hace de juez es también parte. Acepto las críticas, pero es una crítica poco legitimada la que te hace un partido político.
P. ¿La oposición critica a la televisión porque no la tiene en sus manos?
R. Efectivamente.
P. Entonces podemos sacar la conclusión de que usted cree que el partido que tiene la televisión la utiliza en su favor.
R. No, porque los partidos que sustentan al Gobierno también se quejan. Nadie está satisfecho con el tratamiento que recibe. Sucede porque estamos en una situación de crispación política que pone nervioso a todo el mundo y hace que los responsables políticos magnifiquen la importancia de la televisión. Se ponen unas gafas para ver la información que les afecta a ellos y otras para ver al oponente. Segundo, creen que tenemos mucho más poder que el que tenemos. Al final, la televisión no puede hacer que las cosas sean diferentes, hace falta una acción normalizada de los partidos. La televisión no es capaz de distorsionar tanto la realidad política. Estamos intentando dar respuesta a la situación política del país desde la mayor de las normalidades y con una claridad meridiana sobre cuál es nuestro papel ahí: poner focos, luz y taquígrafos a esa situación, y poner el micrófono y las cámaras a todo el mundo. Acepto la crítica, pero pido un análisis objetivo, hecho por profesionales, en el que nos comparemos con alguien. Creo que saldríamos muy bien parados.
P. ¿Una comparación con Televisión Española?
R. Me da igual. Estoy dispuesto a hacerlo con cualquier televisión y cualquier emisora de radio.
P. Entre los que no están conformes con EITB, ¿está su partido? ¿Esas críticas son presiones directas?
R. No. Tengo que dejar muy claro que en un año no he recibido presiones políticas. Críticas, sí. Por lo que veo, creo que en general los partidos de la oposición y del Gobierno vasco respetan más a los profesionales que en otras latitudes.
P. Lo primero que ha hecho con su plan estratégico es pedir más dinero para afrontar la reconversión tecnológica. La subvención anual llega a los 12.000 millones de pesetas. ¿No es suficiente?
R. No. Es una apuesta que tiene que hacer esta sociedad. Hacer unos medios de comunicación públicos competitivos y de calidad, es caro. En el caso vasco, mucho más caro, porque hay que hacerlo en dos idiomas. La renovación tecnológica es una necesidad perentoria, pero luego está la nueva explosión de soportes, que va a hacer que se necesiten muchas horas de producción de televisión. Tenemos la posibilidad de comprarlo todo fuera, con lo que estaremos importando modelos de vida, de sociedad, y para acceder a los buenos productos también hace falta dinero. Tenemos que apostar por crear contenidos para nuestra propia sociedad e intentar reflejar nuestros valores, nuestro entorno, las cosas que nos van bien, las que no nos van tan bien, nuestros retos,...
P. ¿La aportación audiovisual a la construcción nacional?
R. No. Cada uno que le ponga el nombre que quiera: construcción nacional, construcción comunitaria, vertebración. No sólo nos preocupa a nosotros en función de que una parte de la población quiera caminar hacia la construcción nacional. Es una preocupación de todas las televisiones europeas frente al producto americano.
P. ¿Las arcas públicas pueden soportarlo? Ya se llevan la mitad del presupuesto de Cultura.
R. Si aceptamos que EITB es un servicio público para lo bueno, hay que aceptar que el dinero para EITB no es un gasto, sino una inversión. En EITB estamos muy por debajo en los parámetros de gasto en Educación o Sanidad. Somos la radiotelevisión autonómica de presupuesto más bajo. Hay que buscar una fórmula estable de financiación al margen de los presupuestos anuales de Cultura.
P. ¿Se refiere a un contrato-programa? ¿Qué logros aportarán a cambio?
R. Un contrato-programa fija unos objetivos, unas metas para cumplir, unos parámetros para medirlo y cuantifica cuánto vale eso. Vamos a tener dificultades para objetivarlo, pero creo que va a ser algo común a otras televisiones. Se trata de deslindar lo que es servicio público de lo que no lo es. Se cuantifica y se paga. Pero seguiremos apostando por una financiación mixta.
P. Pero no plantean con la misma ambición el incremento de ingresos por otras vías
R. No, para nosotros es una obsesión. Creemos que necesitamos crear contenidos y creemos que tienen mercado. Una de nuestras líneas de trabajo va a ser convertirnos en un proveedor de contenidos para el mercado de habla hispana, por ejemplo.
P. ¿Se puede vender Goenkale en Argentina?
R. Sí. ¿No asumimos Ally Mc Beal o Cheers? Podemos producir contenidos de factura universal, hechos desde Euskadi, a cualquier audiencia, y como somos de los pocos productores en castellano, creo que vamos a tener éxito.
P. Usted defiende que ETB debe verse en cualquier parte del mundo donde un vasco quiera estar en contacto con su país
R. Sí, claro. Eso es profundizar en el servicio público.
P. ¿No sería mejor acercar lo que pasa en el mundo a los ciudadanos del País Vasco?
R. También. Pero yo lo que quiero decir es que las nuevas tecnologías, con un costo razonable lo van a permitir. Y es un derecho que tienen ellos recogido en la ley de 1994 de relaciones con las colectividades vascas en el exterior. Es un mandato del Parlamento y una forma de aumentar la audiencia, los ingresos y dar a conocer lo nuestro. En estos momentos en América Latina en estamos en 1.500.000 de hogares vía cable.
P. ¿No son desproporcionados tantos medios públicos en un país de poco más de dos millones de habitantes?
R. La pregunta debe ser: ¿un país de dos millones de habitantes debe tener una televisión generalista de servicio público? Si la respuesta es afirmativa tenemos que conseguir que aumente la audiencia. Si creemos que merece la pena pagar una inversión en euskera y castellano, y la tecnología permite hacerlo ¿por qué vas a perder la oportunidad?
P. ¿No cree que la oferta de ETB-1 ha quedado anquilosada?
R. Estamos cambiándola. La mayor apuesta ha sido Sorginen laratza, un magazine en el que cabe todo, probablemente el programa más moderno de la casa. Queremos una comunicación audiovisual en euskera que no pinte un mundo reducido al folclor, a las costumbre rurales y poco más. Ha sido así porque ETB ha vivido una economía de guerra, pero ahora es el momento de ETB-1
P. ¿Qué ocurrió con la adhesión de EITB al documento No nos callarán?
R. Nadie se dirigió a nosotros para pedirnos nuestro parecer o la firma. Hice unas indagaciones y nos dijeron que era una iniciativa reducida a la prensa. Luego se hizo una convocatoria, a la que tampoco se nos invitó, para la firma de ese documento y una persona de una de nuestras emisoras decide, a título personal, firmar y algún periódico al reflejarlo quitó el nombre y puso que era el ente. Nos vemos en la obligación de rectificarlo. Y a partir de ahí, un poco cayendo en el esperpento, se intenta aprovechar la situación.
P. ¿Qué debía haber ocurrido?
R. Si era un documento de los medios de comunicación en general, alguien tenía que haberse puesto en contacto con nosotros y con algún otro medio que se ha quedado fuera. Da la impresión de que venía muy cocinado de Madrid.
P. ¿Y no están a tiempo?
R. Sí, pero si nosotros no tenemos ningún problema en firmar ese papel. Ninguno. Me tengo que preguntar si alguno de los impulsores prefería que no estuviéramos para consagrar también en los medios de comunicación dos bandos. Si eso es así le tengo que decir que no somos banderizos. Y no vamos a politizar los medios de comunicación.
P. Ha llegado a EITB con un Gobierno en minoría...
R. Era consciente de que era así. En estos casos hay que dar la talla. Yo soy un tío comprometido con este país; para mí ser nacionalista es lo más importante que te puede pasar en esta vida. Si por algo es bueno que los nacionalistas gobiernen es porque donde estés debes hacerlo lo mejor posible. Es una garantía.
P. ¿Y cómo conviven con quienes no se sienten nacionalistas?
R. No podemos pensar que la ficción de la política que estamos viviendo en el último año responde a la realidad de nuestra sociedad. Yo tengo un Consejo de Administración en el que tengo una minoría exigua. Al elaborar el plan estratégico hemos trabajado olvidándonos de las siglas. Las ganas de construir país se ven en la sociedad. Otra cosa es que unos quieran construir el país para ser un país, o para ser una comunidad o un área de desarrollo económico.
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