Los hoteleros rechazan la aplicación de las 35 horas semanales porque obligaría a subir los precios

Los empresarios hoteleros no aceptan la propuesta de los sindicatos de reducir el horario laboral semanal de los trabajadores del sector a 35 horas, porque consideran que la medida elevará los costes y hará subir los precios. Este y otros temas importantes para el sector, como la búsqueda de la calidad, la necesidad de lograr unidad de criterio entre los empresarios para defender sus reivindicaciones, o la urgencia de adaptarse a un mercado global, comenzaron ayer a debatirse en el I Congreso de Empresarios Turísticos de España, que se celebra en Torremolinos.

La organización del congreso corrió a cargo de la Agrupación Hotelera de Zonas Turísticas de España (ZONTUR). El discurso inaugural lo pronunció el nuevo director general de Turismo del Ministerio de Economía, Juan José Güemes, que insistió en que el incremento de los precios debe estar por debajo del aumento de la calidad. "La industria turística española es bien consciente de que tiene que vigilar el aumento de los precios, aunque en parte ese aumento se deba a una mejora de la oferta", dijo.Una de las medidas que los empresarios consideran más importantes para mejorar la calidad de la oferta es la formación de los trabajadores. En este sentido, abogan por "medidas concretas de formación", y reclaman también a sus empleados una mayor fidelización con las empresas.

El presidente de la asociación Calidad Hotelera de Tenerife, Hans Veyrat, insistió ayer en este punto. "Es necesario motivar a los empleados para que se involucren y participen en la responsabilidad de alcanzar un producto con la calidad que hoy exigen los mercados", explicó. Veyrat animó a los hoteleros a invertir para obtener unos niveles aceptables de calidad. "Puede ser costoso para la empresa, pero a la larga la inversión se hace rentable", dijo.

Preocupación

Otra de las preocupaciones de los hoteleros españoles, que tratan, según el presidente de ZONTUR, Pedro Juan Devesa, de "mantener la posición de liderazgo que ahora tiene España en el sector en el siglo XXI", es la de adaptarse a la "nueva estructura" de la demanda. "Vamos a debatir, por ejemplo, cómo queda el panorama de la demanda turística en Europa".

Uno de los sectores que están en el punto de mira de los hoteleros es el de los agentes de viajes. La absorción de la empresa británica Thompson por la alemana TUI ha despertado las inquietudes de los empresarios españoles, que temen que la concentración les repercuta negativamente, al hacerlos aún más dependientes de los grandes agencias.

Pero, por ejemplo, el director general de Turismo no considera que el fenómeno de la globalización vaya a ser perjudicial para el sector turístico español, porque "es enormemente competitivo y está en situación de privilegio entre los destinos turísticos mundiales".

Con todo, los hoteleros españoles se preparan para competir en el mercado global, y uno de sus objetivos inmediatos, según explicó Devesa, es "la creación de un gran portal en Internet donde se pueda mostrar nuestra oferta hotelera y turística y su inserción en alguno de los primeros portales que operan actualmente en la red".

Impuestos turísticos

Otro de los temas que preocupan a los hoteleros es el de los gravámenes fiscales sobre su actividad. Una de sus prioridades es alcanzar la unidad de criterio para tener una sola voz ante la Unión Europea cuando se debata en Bruselas la nueva fiscalidad para el sector.

Pero el impuesto que rechazan de forma más contundente los representantes de ZONTUR es la ecotasa, un gravamen sobre la actividad hotelera que se destinaría a inversiones medioambientales en las localidades turísticas. Devesa afirmó ayer que los empresarios tienen claro que "no es positivo para la economía ni para el empleo introducir impuestos especiales para la actividad turística".

Sobre el mismo tema, Güemes dijo que "los propios promotores de la ecotasa dicen que hay que ponerla en marcha, pero no lo hacen, y eso da la medida de la confianza que ellos mismos tienen en la idea, aunque yo puedo ser aún más reticente". El secretario general de Turismo animó a los empresarios a "obtener una sola voz fuerte para defender sus intereses en Bruselas". Acerca de las previsiones de ocupación para este verano, Güemes se mostró muy optimista, aunque dijo que es demasiado pronto para barajar cifras. "En los meses que llevamos de 2000, la demanda se comporta de modo similar al crecimiento de los últimos tres años", dijo.