Cervera afirma que cuenta con el respaldo de Zaplana y desacredita "el sucio ruido político"

José Emilio Cervera, consejero de Sanidad, aseguró ayer en Alicante que siempre se ha sentido seguro del apoyo político del presidente del Consell, Eduardo Zaplana, y restó importancia a la denuncia formulada por Esquerra Unida que le atribuye un supuesto tráfico de influencias y fraude en su etapa como director general para la Modernización de la Administración Pública. A juicio de Cervera, que rechazó el "sucio ruido político", Zaplana ha defendido su inocencia con meridiana claridad y, como miembro del Consell, sólo le corresponde "subrogarse a esa declaración".

"Yo siempre me he sentido respaldado por el presidente, desde julio de 1995, es decir, no desde ayer", señaló Cervera en Alicante, donde acudió a inaugurar unas jornadas sobre Tecnologías de la Información y Comunicaciones-Salud. "Suscribo las declaraciones del presidente de la Generalitat", comentó Cervera sobre la denuncia formulada por Esquerra Unida, "y no tengo más que añadir".Zaplana calificó la iniciativa de EU como una "barbaridad" ya que, a su juicio, carece de fundamento y sólo persigue crispar el debate político. Como miembro del equipo de gobierno de Zaplana, Cervera sugirió que le corresponde "subrogarse a las declaraciones" del presidente.

El titular de Sanidad, envuelto en polémica debido a la vinculación de su esposa con una filial de IBM, una de los mayores proveedores de equipos informáticos de la Generalitat, insistió en que su labor es hacer política. "Yo me dedico a la política, es decir, a diseñar con mi equipo proyectos de consolidación del sistema público de sanidad. Me dedico a eso y no a hacer conjeturas. Es mi trabajo, al que dedico 13 o 14 horas diarias, lo que me gratifica y me hace estar tranquilo y soportar el sucio ruido político", argumentó.

La denuncia formulada por EU contra el consejero de Sanidad, que le atribuye hasta cuatro delitos supuestamente cometidos durante su etapa como responsable de la Modernización de la Administración Pública, se ha convertido, paradójicamente, en una garantía para su supervivencia en el seno del Consell.

Mientras, Carmen Mas tomó posesión del cargo de delegada del Gobierno en un acto desarrollado ayer en el Palacio de La Moncloa en presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, el vicepresidente Mariano Rajoy, y los ministros de Interior y Administraciones Públicas, Jaime Mayor Oreja y Jesús Posada, de quien depende orgánicamente.

De acuerdo con las prioridades establecidas por Interior sobre los cambios a introducir en la Ley de Extranjería, Mas comentó que mostrará "especial interés" hacia los problemas derivados de la inmigración y sugirió que, debido a las responsabilidades derivadas del cargo que deja vacante en el Consell, conoce el tema "en profundidad".