Norberto Gil critica en sus lienzos la falta de humanidad de las ciudades

Norberto Gil (Sevilla, 1975) utiliza sus lienzos para recordar el "apocalipsis orgánico" al que se enfrenta la sociedad. El artista, que salió de la Facultad de Bellas Artes hace apenas dos cursos y a principios de este año ha entrado como profesor, inauguró ayer en Sevilla su tercera muestra individual con el título de Sociedad orgánica. Gil parte de los iconos cotidianos y los pinta de gris para criticar las ciudades carentes de humanidad y sus desastres ecológicos.

Junto a una serie de diez dibujos y 18 pinturas, Norberto Gil ha colocado en la galería Isabel Ignacio de Sevilla la instalación Deshidratados, una pieza formada por caballitos de mar de plástico transparente rellenos de agua y con una luz tenue en su interior. Para contemplar la pieza el público tiene que entrar en su espacio a través de un lienzo y, así, formar parte de ella."Aquí, el caballito de mar representa el último ser vivo que queda en la tierra y toda la pieza es un grito contra la sequía. Cuando empecé a trabajar en esta obra se hablaba de restricciones, ahora que ha llovido la gente se olvida, pero el problema existe", explica el artista, cuya obra forma parte de las fundaciones Barceló (Palma de Mallorca), Eugenio Hermoso (Badajoz) o la colección de la Caja de San Fernando (Sevilla).

La instalación se completa con diez fotografías en color en las que la pieza de los caballitos de mar aparece en espacios abiertos como la playa, el campo, un césped o un pantano. "El predominio del gris en mis lienzos es una forma de retratar la sociedad en la vivimos, aunque he de confesar que el color me gusta. A pesar de la homogeneidad cromática, en la forma y las técnicas aparece lo heterogéneo", explica el artista. En Sociedad orgánica, que permanecerá abierta hasta el próximo 17 de junio, las figuras humanas aparecen llenas de agua, como si se tratara de contenedores y sobre lienzos vírgenes.

"El espacio tiene gran importancia en la obra, por eso mis figuras aparecen sobre telas sin tratar, es algo que me atrae desde que empecé a pintar", asegura Norberto Gil, que suele agrupar sus pinturas de formato cuadrado en grupos de cuatro.