La familia del muerto en la comisaría de Badalona acusa a la policía de negligencia

Un centenar de personas se manifestaron ayer por calles del barrio de la Pau de Badalona, protestando por la muerte de Antonio C.R, de 22 años, que tuvo lugar el viernes a primera hora de la mañana, en el calabozo de la comisaría de policía de esta ciudad. El cadáver fue descubierto cuando el agente de servicio se encargaba de despertar a los presos para que tomaran su desayuno. El joven llevaba un día y tres horas preso, como presunto autor de un robo con fuerza al conductor de un vehículo. La familia del fallecido convocó ayer la movilización para denunciar la negligencia policial que, según ellos, fue la causa de la muerte del joven. La primera versión policial sobre el caso, facilitada el viernes, aseguraba que el fallecido era adicto a las drogas y que, además, padecía asma crónica. La combinación de ambos factores pudo ser la causa de su fallecimiento, según la primera valoración del forense que levantó el cadáver en comisaría. La autopsia, que se le practicó el domingo en el Hospital de Can Ruti, determinó que Antonio C. R. murió por una obstrucción de la arteria coronaria izquierda del corazón, lo que le provocó un paro cardiaco mortal. El informe también detallaba que los pulmones del joven fallecido estaban hinchados, a causa del asma.

La familia de Antonio C.R., del barrio de la Pau, mantiene que, en la madrugada del jueves, tras la detención del muchacho, su novia acudió a comisaría para entregar a los agentes de servicio la medicación del detenido y los detalles de su administración. La familia asegura que la policía no facilitó la medicación al joven y que esa negligencia es la causa de su muerte.

El comisario de Badalona, José María Hidalgo, aseguró ayer que una patrulla de policía trasladó al detenido al Hospital de Badalona, el jueves a las 6.00 -unas dos horas después de la detención-, tras manifestar éste que se encontraba mareado. El comisario asegura que estuvo en observación en el centro hospitalario durante tres horas y que el equipo médico que le atendió le dio el alta, diagnosticándole una intoxicación por drogas sin mayores consecuencias.

Antonio C.R. fue conducido de nuevo a los calabozos de la comisaría donde se le suministró, según Hidalgo, la medicación prescrita por los médicos del Hospital Municipal. El comisario explicó ayer que "la policía no puede facilitar a los detenidos ningún medicamento que les traiga la familia, sino sólo lo que un facultativo ordene, porque mientras una persona permanece detenida en comisaría está bajo la tutela de la policía y no de la familia, y la responsabilidad sobre lo que le suceda es de este cuerpo". Según Hidalgo, "en este caso se actuó siguiendo este criterio y si hubo algún error en la medicación sería responsabilidad, en todo caso, del médico que atendió al detenido".