Gacela Thompson edita un disco que le sitúa "en tierra de nadie"

Cuando uno asume el rol de compositor de un grupo, en ocasiones compone tantas canciones que éstas acaban saliéndose de la línea estilística con la que se identifica al conjunto. Eso le ha sucedido a Carlos Beltrán, cuya creatividad ha ido más allá del rock and roll y del rhythm and blues que ejecutan sus bandas (Chinaskis, Los Muelles) y ha buscado una vía con la que dar salida al remanente de temas. Así surgió hace dos años Gacela Thompson, quinteto bilbaíno que recientemente se ha autoeditado Rainy day, su estreno discográfico."El grupo nació por las canciones que no metía en mis grupos de rhythm and blues. En él entra todo lo que me salía y se escapaba un poco de esa onda", describe Beltrán aludiendo al pop rock que preside una grabación que incluye detalles jazzísticos, influencias de la bossa nova y rock más introspectivo. Muestras de eclecticismo que casi le dejan sin hueco en la escena: "Creo que estamos un poco en tierra de nadie, en el sentido de que el grupo igual tiene demasiada variedad en las canciones, pero es lo que hay".

Ésas palabras del guitarrista ponen de manifiesto unas trabas minimizadas con buenas dosis de idealismo y romanticismo. "Económicamente es difícil, pero nosotros vivimos espiritualmente de la música. Es la forma más cercana a la felicidad que he conocido. Las canciones, las hagas en tu casa, en un local de ensayo o ante diez personas, las haces para sentirte mejor y porque disfrutas con ello", revela el músico.

En cuanto a las metas, su experiencia le hace ser cauto a la hora de marcarse objetivos. "Aspiramos a hacer las mejores canciones que podamos, a tocar el máximo número de conciertos y a grabar el máximo número de discos. Ahora, eso no significa que tengas que vivir de la música; ya estamos pensando en grabar el siguiente disco, aunque sea en cuatro pistas, sacarlo y moverlo al nivel que podamos. Para mí, el objetivo de un grupo siempre es disfrutar y ser feliz con la música que hace. Que luego eso le gusta a 100.000 personas, de maravilla; que le gusta a tres, igual de maravilla", sentencia.