Bruselas ofrece reducir sus exigencias para que China entre en la OMC

La Unión Europea está dispuesta a rebajar sus exigencias para la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC). A su llegada ayer a Pekín, el comisario Pascal Lamy, responsable europeo de comercio, se mostró sensible a las peticiones chinas en este sentido. Tras un acuerdo alcanzado recientemente entre China y EEUU, el pacto con Bruselas es el último obstáculo para la esperada entrada del gigante asiático en la OMC.

El ministro chino de Comercio Exterior y Cooperación Económica, Shi Guangsheng, había pedido "flexibilidad" para que se puedan superar los obstáculos que dificultan el fin de la negociación. El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, se mostró comprensivo. "Tenemos todos que mostrar flexibilidad si queremos llegar a algún sitio", declaró Lamy a su llegada a la capital china. De todas maneras, la primera jornada de negociaciones terminó sin que se alcanzasen avances concretos.Todavía serán necesarios unos días más para que los negociadores puedan cerrar un acuerdo. Es el cuarto intento que se hace para cerrar un pacto que sea beneficioso para las dos partes en lo que va de año y que permita a China convertirse en un miembro de pleno derecho en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Es el segundo viaje que hace Lamy a Pekín para negociar el acceso de China a la OMC en unas condiciones que no perjudiquen a la Unión Europea. El eurocomisario no se mostró "ni pesimista ni optimista" sobre cuál será el resultado de esta nueva ronda de discusiones, aunque fuentes comunitarias reconocen que "los riesgos son importantes" por la influencia que puede tener el voto del Congreso estadounidense. Si China cierra finalmente un pacto con los Quince, se abrirá definitivamente la puerta de ingreso a la OMC para el gigante asiático.

Estados Unidos ya cerró un acuerdo con China en noviembre pasado y desde entonces, las conversaciones entre Bruselas y Pekín se han intensificado. El 80% de los intereses europeos está cubierto, pero la UE negocia ahora a través de Lamy con China el 20%, donde hay sectores vitales para la economía europea, como las telecomunicaciones y la banca. También Japón y Canadá alcanzaron acuerdos bilaterales con China para liberalizar el comercio. Los negociadores europeos insisten que "cualquier concesión que se haya hecho a otro miembro de la OMC debe ser ofrecido a todos".

Pero China no ha mostrado interés para hacer más concesiones después del acuerdo cerrado con los estadounidenses, aunque el portavoz de Lamy aseguró que los negociadores chinos están llevando las discusiones con un espíritu positivo y constructivo. "Es pronto para decir que están más flexibles", declaró. No hay fecha límite prevista para la vuelta del comisario a Bruselas, "estaremos el tiempo que sea necesario y confiamos que culmine con acuerdo".

Según analistas occidentales en Pekín, la UE podría estar dispuesta a renunciar a su principal objetivo en materia de telecomunicaciones -que se permita mayoría de capital extranjero en empresas del sector- si el paquete completo compensara esta pérdida. "Las telecomunicaciones son una cuestión muy compleja", declaró Lamy antes de partir hacia Pekín, y adelantó que sus esfuerzos negociadores se centrarían en servicios de telefonía móvil, una materia en que Estados Unidos no logró cerrar un acuerdo.

Bruselas espera que esta cuarta ronda sirva para cerrar las negociaciones. China tiene prisa y quiere alcanzar cuanto antes un acuerdo con al UE para entrar este año en al OMC. El mercado chino es el octavo más importante para los exportadores europeos y la UE es el cuatro socio comercial en volumen para China. La balanza comercial es deficitaria (17.379 millones de euros en exportaciones y 41.822 millones en importaciones en 1998). Las importaciones chinas crecen a un ritmo mayor que las exportaciones europeas hacia ese país.