Sevilla minimiza los daños que puede acarrear el fracaso de sus equipos

Los efectos perniciosos que la séptima coincidencia de Sevilla y Betis en Segunda División, trance que no se repetía desde la temporada 1973/74, pueden acarrear a la capital andaluza fueron minimizados por los representantes de las principales instituciones deportivas y económicas de la ciudad. En el aspecto deportivo, la pérdida de categoría de ambos clubes se dice no tiene por qué afectar a la ciudad del deporte, apelativo que se fraguó con la celebración del Mundial de Atletismo el pasado mes de agosto y que se pretende consolidar con la candidatura olímpica Sevilla 2008. "A nivel de la candidatura olímpica no nos va a afectar, porque ésta no depende de que los clubes sevillanos estén en Primera o en Segunda. Sevilla es la ciudad del deporte y seguirá subiendo con otro tipo de deportes", analizaba ayer Alfonso Seoane, presidente adjunto de Sevilla 2008.

Emilio Carrillo, concejal de Economía y Empleo del Ayuntamiento, explicó: "Habrá una disminución de ingresos ya que estos clubes dejarán de percibir 5.000 millones de pesetas por derechos de televisión. El mundo de la economía tiene una estructura de vasos comunicantes por lo que ese dinero no recaerá en la ciudad. Pero la principal pérdida es la disminución de promoción de la imagen de Sevilla en el exterior. El mismo año en que otras ciudades españolas llevan a sus equipos a semifinales de la Liga de Campeones bajan los dos equipos sevillanos. Es un golpe fuerte".

Menos pesimista se mostró Fernando Guerrero, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, quien afirma que los efectos serán casi inapreciables en la ciudad: "No creo que vaya a tener una repercusión seria en la hostelería. Las consecuencias serán mínimas. Se perderá algo de turismo nacional adicional pero en muy pequeñas proporciones". Guerrero ve más relevante otro tipo de daño: "Sí puede estar tocado el orgullo personal, pero poco más".