Muchos grados de fervor
La Mare de Déu sintió ayer como nunca el calor popular. El termómetro marcaba 25 grados a las 10.30 (tres por encima de lo habitual en este mes, según los meteorólogos), cuando la talla de madera sueca cubierta con un manto azulado salió por la puerta de los Apóstoles de la catedral de Valencia. Como cada segundo domingo de mayo desde hace 89 años, acababa de comenzar el traslado de la Virgen, que este año ha recuperado su itinerario tradicional, con final en el pórtico barroco. El calor hizo que las playas estuvieran muy concurridas y menguara el número de asistentes a la cita anual con la Geperudeta. Según la Policía Local, acudieron 18.000 personas, 4.000 menos que en 1999.La Cruz Roja se adentró en la marea humana para atender a 49 víctimas de lipotimias y contusiones. Eso sí, la Virgen escuchó vítores futboleros: "¡Sí, sí, sí, nos vamos a París!", le gritaron, y le lanzaron una bufanda del Valencia para que inspire a los muchachos de Héctor Cúper el día 24.
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