Trillo espera de Pujol "colaboración leal" con el desfile de Barcelona

IstokEl ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, no espera que Pujol acoja con entusiasmo la celebración del Día de las Fuerzas Armadas el día 27 en Barcelona, pero sí que la Generalitat colabore a que sea un éxito, pese a la oposición de nacionalistas y pacifistas. "El Gobierno no les pide a las instituciones ningún tipo de sentimiento ni entusiasmo, sino su colaboración leal y lo que estoy seguro será una impecable actitud institucional", afirmó ayer.El ministro salía así al paso de unas recientes declaraciones de Artur Mas, portavoz de la Generalitat, quien dijo que a ésta no le produce ningún entusiasmo la parada militar. Trillo se entrevistará el martes con Pujol, con quien ya habló por teléfono dos veces, con el alcalde Joan Clos, y con el presidente del Parlament, Joan Rigol, con el objetivo de neutralizar las críticas al acto.

Trillo dijo que quienes se oponen al desfile están en un "gravísimo error" y les pidió que reconsideren su actitud. Defensa intenta conjurar tanto posibles desplantes de políticos nacionalistas como incidentes de orden público en una jornada que protagonizarán también los Reyes.

El viaje que ayer concluyó el ministro a la ex Yugoslavia, el primero fuera de España desde que tomó posesión hace 10 días, le sirvió para publicitar la labor humanitaria de las Fuerzas Armadas. En Istok, cuartel general del batallón español en Kosovo, subrayó que la ayuda de los Ejércitos a la población civil va más allá de la que pueden prestar las organizaciones no gubernamentales, pues aquéllos cuentan con una preparación, disciplina y medios disuasorios de los que éstas carecen y que resultan imprescindibles para operar en un entorno hostil. En su intento de rebatir a los antimilitaristas, subrayó que en los Balcanes "son los militares los que han venido a poner paz en una guerra entre civiles".

Trillo visitó el viernes el destacamento español en Mostar y completó en Kosovo y la base aérea de Aviano (Italia) su toma de contacto con los militares españoles y tuvo ocasión de comunicar al jefe de las fuerzas de la OTAN, Juan Ortuño, su ascenso definitivo a teniente general.