Casi la mitad de los fallecidos en accidente de tráfico es menor de 35 años

Casi la mitad (40%) de los fallecidos en accidentes de tráfico tiene menos de 35 años. El perfil cambia según se produzcan en núcleos urbanos o en carretera. En las ciudades suele ser un hombre de 15 a 24 años que usa un vehículo de dos ruedas. En el segundo caso, también es un varón, pero de 25 a 34 años, que conduce un automóvil. Aunque el perfil sea diferente, el resultado es el mismo: un joven pierde la vida o resulta herido. Los datos han unido a la Consejería de Salud, la de Educación, Diputación de Málaga, Tráfico y organizaciones sociales para promover una mesa orientada a prevenir los accidentes de jóvenes. Las estadísticas reflejan que la accidentalidad entre personas de 15 a 24 años es mayor en Cádiz, Córdoba, Málaga y Sevilla. Tráfico tiene una explicación: la gran cantidad de ciclomotores existentes en esas provincias y la no utilización del casco. En ciudad, sólo uno de cada cuatro motoristas usa este elemento, pese a que es obligatorio.

Luis Lorenzo, responsable de Tráfico en Málaga, hizo una advertencia: "Los padres tienen responsabilidad en los accidentes de sus hijos porque primero le compran el ciclomotor, después le sacan la licencia y el casco lo dejan para el final, cuando es al revés".

Los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte de los jóvenes y suponen 4.000 millones diarios de gasto sanitario y social en España. Las causas suelen ser el exceso de velocidad, el consumo de estimulantes, la falta de uso de casco o cinturón y la inexperiencia.

Los datos ponen de manifiesto además que los accidentes se disparan durante el fin de semana y que aunque en 1999 se produjo una leve disminución, aumentó la gravedad de las lesiones. Esta circunstancia es atribuida por Tráfico al hábito de los jóvenes de "compartir" el vehículo y de "dejarse llevar" por el comportamiento del grupo.

Las muertes de los adolescentes no es lo único que preocupa a los integrantes de la mesa, la primera de las ocho previstas en por el segundo Plan Andaluz de Salud. Por cada víctima mortal en estas edades, se registran ocho heridos graves y 24 leves, "una sangría" que según las administraciones puede evitarse con información hacia los jóvenes.