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La defensa de los acusados de Lockerbie intenta demostrar la pista palestina

Las especulaciones de los servicios de inteligencia implicados en el caso Lockerbie y las oscuras conspiraciones han caracterizado más de once años de misterios sobre la tragedia que costó la vida a 270 personas. Y la defensa de los dos libios acusados de volar el vuelo 103 de Pan Am en el aire se ha dedicado a cosecharlas. En el tercer día de audiencias lanzó dardos en distintas direcciones para causar dudas, aunque débiles, en las mentes de los jueces. Según la ley escocesa, la defensa no tiene que demostrar sus teorías, sólo basta con causar las dudas necesarias en los jueces para que no dictaminen la culpabilidad de Abdel Baset al Megrahi y Al Amin Jalifa Fahima cuando termine el proceso en aproximadamente un año.Gordon Ferrie, el inspector jefe de la policía de Lockerbie, fue interrogado primero por la fiscalía, que exhibió las fotografías del devastador escenario pocas horas después de la caída del Jumbo en llamas. El inspector hizo un detallado relato de las pruebas encontradas en el terreno. El abogado de la defensa, Bill Taylor, forzó un giro completo en el testigo cuando le preguntó sobre si el sospechoso en los primeros días de investigación era el Frente Popular para la Liberacion de Palestina-Comando General, a lo que el policía tuvo que responder afirmativamente.

Detonador barométrico

Ferrie dijo que sabía que miembros de ese grupo terrorista habían sido arrestados poco antes en Alemania en posesión de una bomba. El grupo tenía además un radiocasete similar al utilizado para esconder los explosivos Semtex que hicieron volar el vuelo 103 a 9.500 metros de altura. El mismo grupo terrorista colocó una bomba con un detonador barométrico en un avión de El Al en 1972, que se activa cuando el avión alcanza una determinada altura. La explosión sólo causó daños al aparato, que logró un aterrizaje de emergencia. La defensa ha insinuado que la explosión del vuelo de Pan Am fue causada por una bomba con detonador barométrico que se activó antes de tiempo y no por una bomba con temporizador, que es la teoría que la fiscalía está empeñada en demostrar.

Para las familias de las víctimas de Lockerbie, los tres primeros días del juicio han abierto nuevas heridas. Ayer, la Fiscalía escocesa concluyó la primera parte de su presentación de pruebas con la lectura lenta y solemne de los nombres de las 270 víctimas de la tragedia del vuelo 103. En la sala de audiencias había un impresionante silencio mientras Alastair Campbell, de pie, leía el nombre completo de los muertos, su direccion y edad, entre los que había bebés y decenas de jóvenes.

Las familias salieron de la sala de audiencias al aire libre, en un día especialmente caluroso, con signos de agotamiento. Un autobús los esperaba a la puerta para llevarlos a un hotel cercano donde se aloja la mayoría.

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