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El líder histórico de los terroristas de Bretaña pide a sus compañeros que abandonen la lucha armada

El atentado mortal contra el restaurante McDonald's de Quévert (Bretaña) parece haber sumido al terrorismo bretón en una aguda crisis interna, mientras que el número de detenidos asciende ya a 13. La crisis política por las consecuencias de un atentado que, aparentemente, se les fue de las manos se suma al desmantelamiento policial de las estructuras dirigentes de Emgann, el grupo que da cobertura legal al denominado Ejército Armado Bretón (ARB) y que, según la policía, se confunde con el mismo entramado terrorista. El activismo armado bretón está siendo víctima de su propia escalada, iniciada en octubre con su participación en el robo en Plévin de ocho toneladas de explosivos, una acción llevada a cabo por ETA. Denis Riou, uno de los cinco destacados militantes de Emgann (Combate) detenidos entonces por su presunta intervención en el robo, pide ahora públicamente "el cese de las acciones en Bretaña" y la apertura de un "periodo de reflexión" en el seno del movimiento nacionalista. Riou es un elemento de gran peso en el movimiento armado bretón, uno de los pocos representantes de la vieja guardia presentes en las filas del muy juvenil Emgann. Tras el confuso mentís a su responsabilidad en el atentado de Quévert, hecho público por el ARB, la iniciativa de Denis Riou puede ser considerada como un reconocimiento implícito de que la bomba que mató a la empleada del McDonald's Laurance Turbec fue efectivamente obra del terrorismo bretón y que a estas alturas carece ya de sentido tratar de engañar a la opinión pública.

Su abogado, Ronan Appére, anunció ayer que el encarcelado dirigente de Emgann ha enviado a su mujer una carta, destinada a ser difundida a través de los medios, en la que se reclama el cese de los atentados. Cuatro de los últimos 13 detenidos han sido ya trasladados a la sede de la Dirección Nacional Antiterrorista (DNA) en París. La legislación francesa permite a la policía interrogar a los acusados de actividades terroristas durante cuatro días antes de presentarlos al juez. Entre los detenidos se encuentra Gaël Roblin, portavoz de Emgann, sospechoso de haber participado en la elaboración del comunicado de ARB, que niega haber colocado la bomba de Quévert.

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