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Stratovarius y Sonny Vincent tocan sus guitarras en Guipúzcoa

Los aficionados vascos al metal melódico deben estar frotándose las manos, ya que esta tarde (20.30; 3.300 pesetas) recala en San Sebastián la gira conjunta que están realizando los veteranos finlandeses Stratovarius, sus compatriotas Sonata Arctica y Rhapsody, nuevo valor del metal sinfónico italiano. En próximos días descargarán su repertorio en Barcelona, Valencia y Granada, pero antes lo harán en el polideportivo Anoeta.Los indiscutibles cabezas de cartel son Stratovarius, que el pasado 28 de febrero publicaron Infinite (Nuclear Blast-Mastertrax), un elepé repleto de metal melódico y desarrollos progresivos, el noveno (décimo contando el recopilatorio Chosen ones) que publican desde 1989, aunque el grupo se formó siete años antes en Helsinki. La tardanza en debutar fue una de las primeras trabas a una existencia sacudida con abundantes cambios de miembros hasta que en 1995 se estabilizó la formación que hoy pisará el escenario donostiarra, que cuenta con el teclista Jens Johansson, quien puede alardear de haber respaldado a Yngwie J. Malsteen y a Dio, y el batería Jörg Michael, ex componente de Running Wild.

Por historial, el segundo gran reclamo de la noche metálica de hoy es la actuación de Rhapsody, quinteto italiano que en su segunda entrega, Symphony of enchanted lands (Limb Music - Mastertrax), va más allá del speed metal y ahonda en el metal sinfónico apoyándose en las aportaciones del Coro de Don Kosaken, del Coro de Cámara de Helmstedt y de la cantante barroca Constanze Vaniyne, así como de una completa sección de cuerda y varios violinistas. Con su ayuda logra fusionar elementos procedentes del heavy metal, de la música clásica y del folclor.

Rock enardecido

También se basa en el sonido de las guitarras la propuesta de Sonny Vincent, otro artista que visita hoy Guipúzcoa. En su caso la saturación eléctrica predomina sobre la melodía, por lo que es de prever que, a partir de las 22.00, la sala Go-Jam de Bergara viva momentos realmente ensordecedores. Eso parece presagiar al menos el contenido de su último elepé, Parallax in Wonderland (Devil Doll-Munster), un álbum cargado de punk rock ruidoso y veloz, y de rock enardecido, guitarrero e hiriente como el que ha dado fama a Detroit. No en vano, en su grabación participaron Ron y Scott Asheton, ex Stooges, y Wayne Kramer, quien fuera guitarrista de MC5.

Pero no es la primera vez que el neoyorquino se rodea de músicos ilustres. En los últimos cinco lustros Vincent ha militado en grupos como The Testors, Sonny Vincent and the Extreme, Model Prisoner (nombre que recuerda sus estancias en prisión), The Dons y Shotgun Rationale, banda en la que también participaban Moe Tucker, famosa por su pertenencia a la Velvet Underground de Lou Reed, y Greg Norton, ex Hüsker Dü.

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