CiU rechaza crear una subcomisión parlamentaria para estudiar la reforma del Estatut y la mejora del autogobierno

Convergència i Unió (CiU) se ha desmarcado de la propuesta conjunta de los grupos de izquierda de crear una subcomisión parlamentaria que someta a estudio la reforma del Estatut y la mejora del autogobierno. El portavoz convergente, Ramon Camp, alegó que su formación duda de la voluntad real de la izquierda y consideró que la propuesta responde a una "estrategia de erosión". No obstante, el dirigente nacionalista se mostró dispuesto a buscar una fórmula parlamentaria distinta que aborde el incremento de competencias.Por la mañana, el secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, mostró su pesimismo ante la actitud de CiU y advirtió que sería "lamentable" que la coalición presidida por Jordi Pujol hiciera un "frente común" con el Partido Popular para evitar que la iniciativa prosperase. "Una vez más, CiU se aliará con el PP para mantener una actitud inmovilista", vaticinó el dirigente independentista tras la reunión de la comisión permanente de su formación.

Carod comparó a CiU con "un simple juguete en manos del PP, que se mueve en una pantalla de ordenador a través del ratón que maneja José María Aznar". En su opinión, hasta que no concluya el proceso de aprobación de los presupuestos, Convergència será un admirador del PP porque "no tiene margen de maniobra". No obstante, Carod volvió a dejar las puertas abiertas a la posibilidad de explorar acuerdos con Convergència en el futuro. Según subrayó, tras la aprobación de los presupuestos, Cataluña entrará en una nueva dinámica política y no descartó ningún escenario.

Ayer mismo, en una entrevista publicada en El Periódico de Catalunya, Carod subió un peldaño más en su predisposición a dialogar con CiU: "Incluso podría considerarse un escenario en el que el grupo de CiU coincida y colabore con el PP y que en Cataluña se articule una mayoría distinta; no deberían ser situaciones incompatibles", aseguró.

Estas declaraciones causaron sorpresa en dirigentes destacados del partido, que se encuentra en pleno debate sobre su estrategia futura. Hasta ahora, ningún líder de Esquerra había mostrado con tanta claridad su voluntad de colaborar con CiU incluso en el caso de que los nacionalistas prosigan su colaboración con el PP en Madrid.

En la cúpula independentista existe preocupación de que se instale entre los electores nacionalistas la sensación de que a Convergència no le queda otra alternativa que pactar con el PP como consecuencia de la supuesta intransigencia de Esquerra. Algunos dirigentes del partido han expresado en los órganos internos la necesidad de que ERC deje clara públicamente su predisposición al diálogo con CiU.