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Revestidos para el futuro

La firma vitoriana de recubrimientos de piezas abrirá una nueva planta en el polígono de Júndiz este mismo año

Industrias Dimo cuenta con una dilatada tradición en el campo de revestimientos de piezas que le ha llevado desde el taller artesanal que en el año 1957 pusieron en marcha dos socios en el centro de Vitoria hasta su actual proyecto de ampliación con la instalación de una nueva planta en el polígono alavés de Júndiz.Enganchada al crecimiento del sector de automoción, al que suministra la mayoría de sus servicios, la firma vasca aspira a protagonizar una innovación técnica que le sitúe en el grupo de cabeza de su especializado mercado en Euskadi. Su objeto central actualmente son los automóviles, que ocupan el 95% de su actividad. En Industrias Dimo trabajan con clientes de renombre, especialmente Mercedes Benz, así como otras marcas reconocidas en el ámbito internacional como Ford, Volkswagen o General Motors, aunque con éstas lo hacen de forma más ocasional.

"Lo que hacemos es dar a las piezas de los vehículos un recubrimiento de zinc o de cataforesis para evitar la corrosión", destaca Javier Trujillo, director comercial de Dimo. Este trabajo se desarrolla en la planta de Betoño, en donde cuentan con una máquina -un tambor- que realiza el revestimiento de zinc, otra que lleva a cabo el zincado en bastidor, así como una más que ejecuta la cataforesis. Esta última técnica supone efectuar un recubrimiento de piezas con una pintura negra por medio de una corriente eléctrica.

Sistema de autocontrol

La cataforesis es una actividad "compleja" según el directivo, al realizarse mediante la utilización de productos químicos, lo que exige a los operarios controlar de una manera continuada los parámetros de los baños y de las cubas. "Tenemos implantado un sistema de autocontrol, y todo el proceso se encuentra automatizado", precisa Trujillo, que subraya que el único trabajo físico es el de colgar y descolgar las piezas.Dentro de la comunidad autónoma existe competencia en el sector, pero los rivales directos de Dimo se encuentran fuera de Euskadi. Su "territorio" se mueve principalmente en las provincias situadas en el entorno del País Vasco y, en especial, en la cornisa cantábrica.

La actual bonanza del mercado de automóviles arrastra a industrias como Dimo, que atraviesan un momento dulce y con proyección. "Es un sector con mucha demanda porque cada vez se exige más calidad en los materiales y las mismas marcas de vehículos definen sus propias normas", indica. Han trabajado en piezas de la furgoneta Vito elaborada en Vitoria y la mayor parte de los camiones de Mercedes funcionan con materiales que han pasado por las manos de Dimo.

Incremento de plantilla

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La apertura de la nueva planta en otro polígono industrial manteniendo la actual supone pasar de los 1.400 metros cuadrados con que cuentan ahora a los 5.800 más que dispondrán en Júndiz. Esta renovación que está prevista para el mes de septiembre conllevará un incremento de plantilla cifrada en un número que oscila entre los 30 y los 40 nuevos trabajadores.La espaciosidad de la instalación permitirá incorporar un área para el pintado de piezas de grandes dimensiones y peso, aspecto que supone una limitación en la actualidad y que completará la oferta de los servicios que aporta la empresa alavesa a sus clientes.

La media de edad de los operarios de Industrias Dimo es baja y se trata de un hecho que afecta incluso a los propios directivos, ya que el director gerente, Francisco Javier Corcuera cuenta con 34 años, mientras Javier Trujillo tiene 31.

En estos momentos se encuentran inmersos en el proceso de implantación del certificado ISO 9002 que prevén recibir en el mes de julio. Esta circunstancia conlleva el desarrollo de una serie de planes de formación de los empleados y la mayor participación del trabajador en las decisiones dentro de la empresa.

Las inversiones en maquinaria y formación no son fijas -"Hace pocas fechas adquirimos un camión nuevo para acercarnos a los clientes", indican los directivos-, pero las previsiones concretas para la puesta en marcha de la nueva planta superan los 500 millones de pesetas. Dentro de sus planes de futuro, contemplan asimismo la implantación de un nuevo sistema de revestimiento denominado autoforesis, en el que serán prácticamente pioneros en toda España dentro de empresas subcontratadas. Se trata de una tecnología que es similar a la cataforesis pero sin que en ella sea necesaria la utilización de corriente eléctrica, lo que "permite pintar piezas que lleven plástico o caucho" al requerir de una menor temperatura para que la pintura se fije.

Una empresa con personalidad

Ramón Moratinos es el presidente del consejo de administración de Dimo y el alma máter de una firma que ahora gestionan los directivos más jóvenes. Se trata de una persona inquieta y popular en Vitoria al haber presidido Cáritas y asociaciones conocidas en la ciudad.Junto a un socio alemán, Dierkes, Moratinos montó un taller con cuatro trabajadores que después de atravesar diversas vicisitudes se constituyó en sociedad con un millón de pesetas y construyó la actual planta en el año 1973. En esa fecha se centró la actividad en el zincado electrolítico que se mantuvo hasta 1989 en que se modificó la filosofía de la empresa, con la puesta en marcha de los recubrimientos orgánicos (pintura por cataforesis). Fue un relanzamiento que volvió a evolucionar en 1992 con una renovación de las instalaciones de zinc por problemas ambientales. Un año más tarde se vivió una importante crisis dentro del sector que cerca estuvo de provocar un cierre pero que se pudo remontar hasta la actualidad.

La personalidad del fundador Moratinos y actual presidente ha dejado una impronta dentro de la empresa, que ha dado empleo a personas con problemas de minusvalías e incluso a ex toxicómanos rehabilitados de Proyecto Hombre, una asociación con la que ha estado muy relacionado. Asimismo, la perspectiva para la incorporación de personal con la apertura de la nueva planta en Júndiz contempla la entrada con criterios preferenciales de mujeres, una circunstancia que hasta ahora fuera del ámbito administrativo no se había producido.

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