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"El título es para Rafa Mensua, que ha sido como un padre para mí"

Le acababa de despedir, pero Marat Safin quiso dedicar el título del Trofeo Godó a su ex entrenador Rafael Mensua. Habían estado viviendo juntos durante los últimos seis años y de pronto, la semana pasada, en el torneo de Montecarlo, le comunicó que ya no contaba con él tras su derrota en la primera ronda contra el argentino Gastón Gaudio."Son situaciones profesionales que se producen en este deporte", explicó Safin, sin querer entrar en más detalles. "Pero acabamos bien, sin problemas. Y le estoy agradecido porque ha sido como un padre para mí. Me ha aguantado desde los 14 años. Ha soportado todas las tonterías que he hecho y me ha sacado de muchos líos. Por eso he querido ofrecerle este título. Le deseo toda la suerte del mundo".

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Mensua no pudo escuchar la dedicatoria que le ofreció Safin desde el centro de la pista -después de que se le rompiera en tres trozos el trofeo de campeón cuando lo levantó- porque TVE cortó la retransmisión antes de que el jugador cogiera el micrófono. "Pero me he enterado, y se lo agradezco", confesó el técnico a este diario en conversación telefónica. "Tengo la sensación de que ha finalizado una etapa de mi vida. Muchos años de convivencia con Marat, y de repente él decide coger otro camino. Soy feliz, y siento una satisfacción profesional, puesto que ese título me demuestra que ha aprovechado el trabajo que hemos realizado".

Rafa Mensua se llevó una sorpresa cuando Safin le comunicó que no quería seguir con él. "Fue de la noche a la mañana", dice. "Tras el partido contra Gaudio me lo dijo. No hubo malos rollos ni nada parecido. Simplemente, cogí la maleta y me fui a casa".

La maleta transportaba los recuerdos de seis años. Desde que Safin llegó a Valencia, a la escuela de Pancho Alvariño, en la que trabajaba Mensua, a los 14 años. "Vino ya a los 13 para realizar las primeras pruebas y se quedó. Era un niño con talento, pero bajito", recuerda Mensua. "Sólo era cuestión de ayudarle a sacar su potencial natural y exprimir todas sus capacidades".

La principal preocupación de Mensua en estos años fue "intentar enseñarle a funcionar por sí mismo; y hoy [por ayer] demostró que sabe hacerlo". Safin explotó tenísticamente en 1998, cuando alcanzó los octavos de final de Roland Garros y del Open de Estados Unidos. El año pasado ganó su primer título en Boston. Hasta que ayer unió el segundo, el Godó.

"Cuando un jugador pierde la confianza en su técnico, lo mejor es dejarlo", reconoce Mensua. "Por eso no hay reproches". Y Safin concluye: "Sentía que el tren estaba pasando y decidí subirme a él".

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