El Papa recordará en el Coliseo a los mártires del siglo XX

La Iglesia católica ha hecho un delicado trabajo de diplomacia ante la gran jornada dedicada a los mártires del siglo que termina, y que se celebrará el 7 de mayo en el Coliseo romano. Para empezar, el título de la conmemoración ha sido suavizado con el término general de Testigos de la Fe. En segundo lugar, en ninguno de los ocho grupos en que han sido divididos los mártires figuran las víctimas de las dictaduras latinoamericanas. La razón, según el cardenal Roger Etchegaray, presidente del Comité Vaticano del Gran Jubileo, y el responsable del ceremonial, el obispo Piero Marini, es la escasez de mártires señalados por las iglesias americanas. En cuanto a los españoles, con extrema habilidad, la comisión del Jubileo les ha colocado en el apartado de víctimas "del odio a la fe católica", un apartado en el que figuran también los mártires de México. Los dos primeros grupos se refieren a las víctimas del "totalitarismo soviético" y "del nazismo y el fascismo".

El Vaticano ha realizado una lista de casi 13.000 mártires con la colaboración de las autoridades religiosas del mundo. La lista será revisada ahora por el papa Juan Pablo II. En todo caso, la Santa Sede ha decidido no revelar por el momento la identidad de los elegidos. El cardenal Etchegaray aclaró ayer que la lista podría ampliarse antes de la conmemoración.

De acuerdo con el complejo ceremonial presentado por el obispo Marini, la ceremonia comenzará en el interior del Coliseo, lugar que simboliza como pocos el martirologio cristiano, donde se darán cita líderes religiosos de otras confesiones, incluida la Alianza Reformada Mundial, que declinó la invitación del Papa para celebrar la unidad de los cristianos el mes de enero pasado.

La celebración había suscitado el descontento en sectores no católicos que temían una "apropiación" por parte de la Iglesia católica de otros mártires. De ahí que la Santa Sede haya preferido distinguir entre mártires y testigos de la fe, y haya preferido utilizar este último término para bautizar la ceremonia.