"Reducir el 'efecto invernadero' es en gran medida algo cultural"

Bernard Delmon (Le Havre, Francia, 1932) es profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina (Francia) y uno de los científicos que más ha estudiado el efecto invernadero y sus consecuencias. Delmon ha explicado en la Facultad de Ciencias Químicas de la UPV las medidas para reducir la emisión de gases a la atmósfera.Pregunta. ¿Cómo incide el desarrollo tecnológico en el calentamiento de la Tierra?

Respuesta. La actividad industrial está aumentando la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero. El CO2 ha aumentado un 30% en la atmósfera, lo que está alterando el clima en varias partes de la Tierra. Existen estudios que determinan la cantidad de gases acumulados en el aire y su repercusión medioambiental. Ahora bien, lo que no se sabemos bien es qué ocurrirá en el año 2050. Nadie discute que habrá un calentamiento de la Tierra, con consecuencias en la repartición de las lluvias, y cambios en el sistema de estaciones, con inviernos más dulces en Europa y más duros en América. También aumentará el nivel del mar por la disminución del tamaño de los glaciares. El peligro va en aumento, pero no hay que ser alarmistas.

P. ¿Qué herramientas hay para remediar este peligro?

R. No se puede evitar el aumento de la tasa de emisión de gases de efecto invernadero. El crecimiento de la población del Tercer Mundo y el desarrollo económico de la parte sur del planeta necesita un mayor consumo de energía. Tenemos la posibilidad de reajustar la ubicación de las industrias, y no crear nuevas en zonas donde se pueden producir inundaciones.

P. Por lo tanto, ¿no hay marcha atrás?

R. Hay que empezar por suprimir el uso de los fluorocarbonos, los óxidos de nitrógeno y los CO2. En este sentido, estamos trabajando para colocar catalizadores de escape a los automóviles y aparatos de purificación del aire en las industrias. La fabricación de motores diesel es cada vez mayor, con consumos de combustible más bajos. El problema central es el consenso entre la industria y la sociedad. Un coche diesel que consuma menos es más caro. Si la población acepta voluntariamente esto y es consciente de que contribuirá a disminuir la tasa de emisión de gases, probablemente lo comprará. Esto no se consigue con normas impuestas por la UE. La llave para reducir la contaminación atmosférica y el efecto invernadero es cultural en gran medida. La ciudadanía debe recibir datos e información variada para que se conciencie de las consecuencias de la contaminación.

P. ¿Cómo se combina la lucha por reducir la emisión de gases con las exigencias del actual mercado mundial?

R. La solución pasa por una cooperación entre los científicos, las fuerzas económicas y los Estados. Entre todos puede llegar a soluciones aceptables, aunque ello suponga que el ciudadano tenga que pagar un poco más, que los beneficios de la industria se reduzcan un poco y que el mundo político gane en popularidad.

P. ¿Escuchan los estados las opiniones de los científicos, o se guían por otros intereses?

R. Vivimos en un sistema ultraliberal, y resulta que el equilibrio entre los poderes político y económico se ha roto, aunque los estados tienen conciencia de que eso no puede durar, porque ambos tienen que ir en la misma dirección para solucionar los problemas ambientales. Si se observa el resultado de la Conferencia de Río, la mayoría de los países europeos, no así en España, han conseguido una reducción del 3% de la emisiones sin reducir su crecimiento económico. Los Estados Unidos no han hecho absolutamente nada por cumplir con los objetivos acordados.