La lluvia no desluce la apertura de la fiesta en el real de Sant Adrià

La lluvia, que siempre hace acto de presencia en la Feria de Abril de Cataluña, tampoco ha fallado este año. Las horas previas al acto inaugural estuvieron presididas en el recinto ferial de Sant Adrià por los chubascos y los intentos de los miembros de las entidades de salir adelante con los preparativos de última hora a pesar de todo. El barro y los charcos también aparecieron, aunque en menor medida que otros años.

La organización, la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), había asegurado días antes que el suelo del recinto ferial había sido tratado de manera especial para evitar el barrizal en caso de lluvia. Varios camiones se pasaron la tarde alisando el terreno y volviendo a echar tierra sobre los charcos.Las autoridades que presidieron el acto de inauguración se mancharon sus zapatos negros y sus elegantes trajes oscuros. Tampoco a ellos los respetó el agua, ya que hicieron su entrada en el recinto a pie. Pese a que se había anunciado la presencia del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, finalmente no pudo acudir al acto. Sí lo hicieron los alcaldes de Sant Adrià, Jesús María Canga, y de Barcelona, Joan Clos; la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau; la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas; el presidente de la Diputación de Barcelona, Manuel Royes, y Francisco Martínez, delegado de la Junta de Andalucía en Cataluña. Todos ellos acompañaron al anfitrión, el presidente de la FECAC, Francisco García Prieto.

Ubicación perfecta

Las autoridades destacaron la idoneidad de la ubicación de la Feria de Abril, que este año se celebra por segunda vez consecutiva en Sant Adrià y se quedará definitivamente en la población, según los representantes de las administraciones.

Joan Clos destacó: "La Feria de Abril de Sant Adrià se encuentra al final de la Diagonal, formando parte de esta idea que tenemos de la gran Barcelona, y formará parte del Fòrum 2004 desde el mismo día de su inauguración".

Tras encenderse los nueve pórticos de luces que este año se han instalado en el real, los 230 arcos luminosos y los 8.000 metros de guirnaldas de bombillas, ayer sobre las diez de la noche actuó en la caseta de la FECAC la Cobla Mediterrània, con cuya presencia se quiso que resaltara la "perfecta integración entre lo andaluz y lo catalán que representa la Feria de Abril", según Francisco García Prieto.

Este año han montado caseta en el real 52 entidades regionales, federadas o no en la FECAC, además de 15 firmas comerciales. La caseta oficial, la de la FECAC, será con diferencia la de mayores dimensiones, puesto que ocupará 1.500 metros cuadrados, en la calle bautizada como el Paseo Marítimo, frente a la playa. En esta caseta, que García Prieto considera "una feria dentro de la feria", se han habilitado 14 palcos de cinco metros cuadrados que han alquilado instituciones y empresas para su promoción.

La seguridad es uno de los aspectos que más han cuidado la FECAC y el Ayuntamiento de Sant Adrià para garantizar una feria tranquila. Unos 200 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la policía local controlarán el recinto y sus alrededores, así como los accesos y aparcamientos. Una brigada de intervención de la policía procedente de Madrid llegó ayer para trabajar en la feria.