Suburbano celebra su 20 aniversario en la Sala Quatre de Valencia
Unos treinta músicos diferentes han pasado por el grupo Suburbano a lo largo de los últimos 20 años, el tiempo transcurrido desde que los creadores de la archiconocida La Puerta de Alcalá grabaran su primer álbum. Bernardo Fuster (47 años) y Luis Mendo (51) han sabido mantener encendida la llama de una banda que recibió su bautismo oficial en Vallecas cuando comenzaba a gestarse la llamada movida madrileña. Pero ellos no han tenido mucho que ver con esta etiqueta, ni con ninguna otra corriente en boga a lo largo de las dos últimas décadas. "Mientras los escenarios se llenaban de guitarras eléctricas, nosotros", constatan, sin voluntad expresa de nadar contracorriente, "aparecimos con violines, mandolinas, percusiones y cantos étnicos. Más tarde derivamos hacia el jazz rock y nuestro momento más barroco coincidió con la época de la movida madrileña, el tiempo de las canciones simples y sin problemas". Oscilando entre el rock, el folk, la canción de autor e incluso el jazz, Suburbano ha llegado al año 2000 con su noveno álbum, Veinte años y un día, editado como disco-libro por El Europeo y la SGAE, que esta noche se presenta en directo en la Sala Quatre de Valencia. Son composiciones propias registrado en vivo, con colaboraciones de Luis Pastor, Aute, Pablo Guerrero y Pedro Guerra. Recoge, además de la canción popularizada por Victor Manuel y Ana Belén, y algunas de las múltiples piezas para películas o series televisión, como la popular Makinavaja o, la más reciente, París Tombuctú. Llevan la firma Fuster-Mendo cuarenta bandas sonoras, como Sus años dorados (1981), de Martínez Lázaro o Entre rojas, de Azucena Rodríguez.
