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Los ediles socialistas de Mondragón dicen que sólo se irán de Euskadi "en un ataúd"

Los concejales socialistas de Mondragón que fueron conminados, por medio de cartas anónimas, a abandonar Euskadi "de inmediato" respondieron ayer que no se marcharán y, si lo hacen, será porque "les obligan a ir en un ataúd". Y añadieron que, si les pasa algo, el responsable directo "será el alcalde de Mondragón, porque él y su grupo, EH, saben cómo parar esto". En la madrugada de ayer, la vivienda de uno de los dos ediles del PP en esta localidad guipuzcoana, que habían sido también amenazados, fue atacada con cócteles mólotov que produjeron un leve incendio.

La ofensiva lanzada contra los cuatro concejales socialistas y dos populares del Ayuntamiento de Mondragón (Guipúzcoa) mediante cartas anónimas que, bajo el lema "Gora euskadi Astatuta" (Viva Euskadi Libre), les conminaban a dejar sus cargos y Euskadi "de inmediato", tuvo ayer su primera concreción, en un ataque contra el concejal popular José Ramos, y su primera respuesta por parte de los ediles socialistas. A las dos de la madrugada fue atacada con cócteles mólotov la vivienda del popular José Ramos Prieto, sita en el número 11 de la calle de Udalpe de la localidad. Los artefactos fueron lanzados contra una ventana del domicilio que previamente había sido rociada con líquido inflamable por lo que se originó un fuego que tuvo que ser sofocado por el propio concejal, su mujer y uno de sus hijos.

Ramos había recibido la víspera, como los ediles socialistas, la carta amenazante, y ayer reconoció que el ataque le había causado "un poco de coraje". "Se creen que con esto nos van a amedrentar, pero yo seguiré siendo lo que he sido siempre", reconoció este concejal, que tiene a dos de sus tres hijos militando en la izquierda abertzale. Por su delicado estado de salud, fue ingresado ayer por la tarde en urgencias del Hospital de Mondragón, donde permanecerá en observación.

"No renunciaremos"

Los ediles socialistas amenazados comparecieron ayer en rueda de prensa. Su respuesta a las cartas recibidas la víspera en las que les conminaban a abandonar sus cargos y el País Vasco fue contundente: "No renunciaremos. Si nos marchamos es porque ellos nos obligan a ir en un ataúd, como lo hicieron con nuestro compañero [Fernando Buesa]", declaró Matilde Martín, en función de portavoz. "Serán capaces de acosarnos, pero no les va a servir para nada, no les dará fruto. Para que me callen me tendrán que matar", añadió Paco García.

Las amenazas han producido, según reconocieron, el efecto contrario al que pretenden. Lejos de renunciar, los socialistas, que gobernaron este municipio junto al PNV y EA en el pasado mandato, tras apartar de la alcaldía a HB, dijeron que estas misivas les hacen sentirse "más perseguidos que cuando estaba Franco", pero les dan "más moral para seguir luchando democráticamente".

Paco García no tuvo empacho en señalar que la situación de presión a la que se ven sometidos tiene sus responsables. Y precisó que, si ocurriera algo a cualquiera de sus compañeros de corporación amenazados "el culpable directo sería el alcalde de Mondragón, puesto que él y su grupo saben cómo pueden parar este tipo de cosas".

Mondragón, en la comarca del Alto Deba, registra una mayoría de la izquierda abertzale. Su alcalde, Juan Luis Zubizarreta, de EH, no tiene mayoría absoluta y gobierna con PNV y EA. Está considerado un hombre pragmático y buen regidor en una localidad que, pese a estar gobernada por EH, se caracteriza por la gran actividad industrial que impulsa el grupo cooperativo que tiene su sede allí. Zubizarreta ha formado parte de la Mesa Nacional de HB, y es miembro de las Juntas Generales de Guipúzcoa.

Los concejales socialistas recordaron que el anterior cuetrienio, en que gobernaron junto con PNV y EA, fue el periodo más pacífico y con menos violencia callejera y destacaron que la vuelta al poder de EH ha coincidido con la intensificación de los disturbios y las amenazas contra ellos.

La ejecutiva del PNV de Guipúzcoa hizo público un comunicado en el que pide a PP y PSE-EE que dejen de mezclar a su partido con la violencia a la vez que expresaba su solidaridad con los ediles amenazados.

También fue objeto de amenazas el diputado socialista Enrique Múgica, cuya fotografía figuraba en varios carteles que la Ertzaintza retiró ayer de la Parte Vieja donostiarra. Los pasquines, sin firma, llamaban al ex ministro de Justicia "asesino" y "demente" y le acusaban de colaborar en un régimen penitenciario que "tortura y extermina a presos". Los carteles concluían con las palabras "ni olvidamos ni perdonamos".

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