Las alegaciones a los trazados del tren de alta velocidad a Madrid enfrentan a Zaplana y Bono

Las alegaciones al estudio informativo elaborado por el Ministerio de Fomento sobre los posibles trazados del tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana formuladas por los tres gobiernos autonómicos implicados por el proyecto ponen de manifiesto un evidente choque de posturas entre Eduardo Zaplana y José Bono, presidentes de la Generalitat y de Castilla-La Mancha, respectivamente. La Generalitat se inclina por la opción centro (B) mientras que el gobierno y el parlamento castellano-manchegos apuestan por el trazado que denominan "integral" (D).

El gobierno regional de Madrid asegura ser políticamente neutral ante cualquiera de los trazados sometidos a información pública por el Ministerio de Fomento. En principio, Alberto Ruiz-Gallardón se muestra indiferente ante los diversos corredores. Sin embargo, los técnicos de Obras Públicas de la Comunidad de Madrid han formulado alegaciones muy serias a la última opción formulada (F) por Fomento.Según los técnicos madrileños, la última opción contiene varios tramos cuyos radios de giro no se ajustan a las especificaciones que exige la alta velocidad y obligaría a rediseñar diversos túneles demasiado anticuados.

A pesar de la neutralidad política, los técnicos madrileños sostienen que la opción A, la conexión más directa entre Madrid y Valencia, es la más deseable porque es la más corta.

La Generalitat Valenciana todavía no ha especificado sus alegaciones técnicas a los diversos trazados, que tiene previsto entregar hoy. Fuentes oficiales señalan que el Consell se muestra abierto a cualquier opción y no descarta ninguna de forma tajante. Pero sí muestra una clara inclinación por la opción centro (B), prácticamente paralela a la actual autovía hasta Madrid. José Ramón García-Antón, consejero de Obras Públicas, llegó a calificar como "idílico" ante las Cortes Valencianas el trazado denominado centro porque permitiría conectar Valencia y Alicante con Madrid en un tiempo inferior a cien minutos y tendría un impacto ambiental moderado en relación a otras posibilidades. Fuentes oficiales también destacan que resulta la más razonable para "vertebrar" la Comunidad Valenciana.

Conexión Alicante-Valencia

Desde el plano estrictamente técnico, el Consell también estima positiva la opción sur (C). Una posibilidad que entraña un importante ahorro y garantiza la conexión directa de alta velocidad entre Alicante y Valencia.

Pero las posiciones aparentemente conciliadoras que defienden Ruiz-Gallardón y Zaplana tropiezan con la aparente intransigencia del único dirigente socialista implicado en el proyecto.

José Bono ganó gran protagonismo cuando se enfrentó a su correligionario José Borrell, entonces ministro de Obras Públicas, y mantuvo paralizadas durante años las obras necesarias para salvar el río Cabriel en la autovía entre Madrid y Valencia. A la vista de su talento para rentabilizar polémicas es indudable que aprovechará las obras del tren de alta velocidad para plantar cara al Gobierno central.

Bono ha blindado la opción "integral" (D) que defiende Castilla-La Mancha, el recorrido que pasa y para por Cuenca y Albacete, con el apoyo del parlamento regional, que el pasado jueves aprobó una moción al respecto.

Alejandro Gil, consejero de Obras Públicas del gobierno regional de Castilla-La Mancha, apostó ayer en Albacete por una negociación sosegada en torno a los posibles trazados, pero no negó las evidentes divergencias. "De ninguna manera podemos aceptar la opción centro, porque es la peor para Castilla-La Mancha", comentó Gil de forma tajante en declaraciones recogidas por Europa Press.

Gil se entrevistó la semana pasada con García-Antón, quien le trasladó la inclinación de la Generalitat por la opcion centro. Y ayer subrayó que su colega valenciano se mostró abierto a otras posibilidades. Así, las alegaciones remitidas a Fomento por el gobierno castellano-manchego apuestan por "la opción integral", según Gil, "porque es la que mejor vertebra la región".

Desde el punto de vista estrictamente técnico, Gil explicó que las alegaciones de su departamente hacen hincapié en datos relativos al impacto ambiental, la inversión, la rentabilidad y la demanda de viajeros, que considera equivocados en el estudio informativo elaborado por Fomento. Castilla-La Mancha considera que, una vez corregida, la opción "integral" entraña las mismas bondades que la sur.

A pesar de la crudeza del planteamiento inicial, Gil mostró cierto talante conciliador cuando explicó que la decisión sobre el trazado definitivo "no vendrá derivada de la respuesta dada en las alegaciones por parte de las comunidades autónomas interesadas, sino del consenso político, de mano del que sea ministro de Fomento a partir del próximo viernes y del acuerdo entre las comunidades autónomas".