_
_
_
_
Tribuna:DÍA A DÍA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡Aleluya!

La risa es un don de los dioses; los héroes nacían sonriendo; para los humanos es un mágico estímulo: La risa allarga la vida. Es vivificadora; no la poseen los muertos; el morir trae lloros, revivir, risas. Un represivo cristianismo persiguió la carcajada y mostró divinidades celestiales y dignidades eclesiásticas sin sonrisas, adustos, igual que la cara que no riu; serios, como expresión de autoridad y superioridad; sólo el pueblo es moría de la risa y era consciente de que mig món es riu de l'altre mig. Pero el cielo se presentaba como un lugar de triste contemplación, en contra de la promesa de Jesús: "Bienaventurados los que lloráis, porque reiréis".Estos días la liturgia repite la expresión de gozo "¡Aleluia! ¡Aleluia!"; en su origen hebrero: "hal.lelu Jah", "alabad a Yahvé". Y hoy, sin ir más lejos es la Marededéu de l'Alegria. Son borrosos testimonios del júbilo pascual -exultemus et laetemur-, antiguamente mucho más desbordado que ahora, como prueba el risus paschalis, un rito para provocar la jocundidad mediante actitudes grotescas, chistes, palabras lascivas e irreverentes, imitación del coito o de gestos onanistas u homosexuales en los sermones de Pasqua. A Erasmo no le gustaba; pero a Ratzinguer le parece "espléndida" la risa lutúrgica.

La rondalla de la princesa triste alegrada por los sones de una flauta mágica presenta la risa como eufemismo del placer sexual. El reír era preludio de bodas. La risa de la diosa de los cereales Deméter traía la Primavera; el dotado Príapo se partía de risa. Atis, bello y primaveral, moría, por ahora, tres días; lloraban y se disciplinaban sus devotos en las procesiones de duelo a un pino adornado con vendas rojas y violetas; al resucitar lleno de fuerza genital, explotaba la risa en la fiesta Hilaria, las alegrías.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_