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Dos detenidos en Girona por explotar a trabajadores rumanos 'sin papeles'

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado lunes a dos personas, ambas con antecedentes penales, acusadas de ofrecer trabajo a inmigrantes rumanos indocumentados a cambio de comida y el precario techo de uralita de una antigua y destartalada granja de conejos situada en Llofriu, en el municipio de Palafrugell (Girona).Los detenidos, el rumano Radu I.G., de 27 años y vecino de Arenys de Mar, y Juan N.S., de 40 años y natural de Palafrugell, están acusados de poner en marcha una empresa de construcción y de tareas de mantenimiento que se nutría de la desesperación de los súbditos rumanos. Los dos detenidos, que fueron puestos en libertad con cargos tras declarar ante el juez, cobraban a diario los salarios de sus explotados.

Cada mañana una furgoneta trasladaba a los inmigrantes, que hace unos meses llegaron a la veintena, hasta el lugar de trabajo y después de la jornada laboral los pasaba a recoger. Los Mossos tuvieron conocimiento de estas actividades a finales del año pasado, cuando fue descubierta la inquietante nave-granja en la que malvivían los trabajadores. La construcción, de unos 240 metros cuadrados, había sido adaptada a su nueva función mediante tabiques, que formaban una decena de habitaciones. Muebles desvencijados, colchones en el suelo, restos de comida y un agujero a modo de comuna componían el lóbrego refugio, ubicado en un pinar recóndito.

Los Mossos sostienen que el detenido de origen rumano tenía a su cargo el reclutamiento de los trabajadores, algunos de ellos con esposa e hijos en su país, mientras su socio negociaba los contratos de obra.

La policía sostiene que las empresas y particulares que contrataban a la cuadrilla de trabajadores, y que diariamente pagaban los jornales a los patronos, no estaban al corriente de la ilegalidad de la empresa que se los suministraba. En el momento de la detención la policía encontró en poder de los detenidos un total de 200.000 pesetas.

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Palafrugell han efectuado una revisión médica a los inmigrantes y les han proporcionado comida, pero fuentes municipales han lamentado no disponer de un sitio adecuado para albergarles.

Todo parece indicar que los inmigrantes no llegaban hasta la granja de Palafrugell mediante una red clandestina organizada, sino que los trabajadores contactaban con amigos y familiares que se las ingeniaban para llegar hasta la zona.

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