Proyectos para la gran pantalla
El actor Saturnino García protagoniza la película de intriga 'Los amigos'
Habitar un pabellón abandonado, una antigua fábrica de encurtidos de Hernani en plena oscuridad, no es plato de mal gusto si se trata de vivir una historia por partida doble. Así lo demuestran una veintena de alumnos del centro de Artes Escénicas Sarobe de Urnieta, que ruedan durante estos días Los amigos, una historia original de suspense que narra la vida de dos hombres que se sacan un sobresueldo aprovechando la chatarra y otros residuos que obtienen de fábricas abandonadas.Los estudiantes del Aula de Cine han logrado convertir el frío en compañero de viaje de su afán por llegar a la gran pantalla. Y han sabido encontrar a un profesional con el que compartir las duras noches de rodaje; Saturnino García, un veterano actor profesional de cine, teatro y televisión que consagró definitivamente su trayectoria con la película Justino, un asesino de la tercera edad, de La Cuadrilla.
Gorka, el productor del corto buscaba a un hombre de edad avanzada que cuadrara con el perfil del protagonista de la historia. Pensó en García. Pero no parecía fácil que un profesional recién jubilado aceptara trabajar con alumnos de una escuela y se enrolara en un rodaje con medios limitados.
El productor de Los amigos no tuvo ningún empacho en descolgar el teléfono y brindarle semejante invitación. "Coincidió que se celebraba la Gala de Actores Vascos y quedaron en San Sebastián", recuerda Ana Arizaga, una de las coordinadoras del rodaje. "Gorka le explicó el proyecto, Saturnino leyó el guión y aceptó de inmediato la propuesta". Ahí comenzó una relación que se estrechó en Madrid días antes de comenzar a grabar.
El director y los dos actores protagonistas - García y Mikel Losada- se dejaron la piel en los ensayos. Matizaron el texto, discutieron y perfilaron el carácter de sus personajes, bajo la supervisión del director del corto, Josu Soraluce, quien insiste en que es únicamente la cabeza visible de un proyecto de equipo.
Tenían que bordar sus papeles para hacer creíble una historia de intriga que roza lo fantástico. "El reto con el que nos enfrentamos durante el rodaje", asegura el director, "radica en lograr una atmósfera propicia, conseguir que la iluminación cree un ambiente lo suficientemente asfixiante". La limitación de medios ha obligado a estos estudiantes a exprimir al máximo su imaginación y realizar "un ejercicio de creatividad", según Soraluce. Todo, en medio de la oscuridad de la noche, robando horas al sueño.
Los amigos, con guión de Ricardo Altuna, se eligió junto a Kaiolaren arima y Queremos tanto a Glenda -que han comenzado a rodarse esta semana-, entre los guiones redactados por los alumnos del Aula de Cine de Sarobe. Tras cinco meses de clases teóricas, los alumnos ven por fin el momento de materializar sus ideas en unos rodajes que no duran más allá de cuatro o cinco días. Entonces descubren que se necesita toda una noche -de ocho de la tarde a ocho de la mañana- para rodar apenas tres planos.
"Es un trabajo en equipo", destaca Esperanza Luffiego, coordinadora de este curso. "Se trata de que se responsabilicen y de que aprendan a sacar adelante proyectos de estas características". La preproducción de los cortometrajes se diseñó durante el mes de marzo y tras el rodaje en 16 milímetros llega el momento de mandar el material al laboratorio y continuar con el montaje.
Los cortometrajes no se quedan después en los archivos audiovisuales de Sarobe. Los 16 trabajos que se han realizado desde 1994 se envían al circuito de festivales y, en ocasiones, los alumnos ven gratificados sus esfuerzos. El ataque del hombre mochila o Merry Chrispas, son dos de las cintas que merecieron un galardón en sendos certámenes. Quizá Los amigos alcance el éxito que logró Mirindas Asesinas, de Álex de la Iglesia. Tienen algo en común: también participó como actor Saturnino García.
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