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Vecinos de Bravo Murillo protestan por la ampliación de una gasolinera

Un centenar de vecinos convocados por la asociación El Organillo se concentró ayer tarde durante media hora frente al surtidor de gasolinas del número 8 de la calle de Bravo Murillo (Chamberí) para protestar por el inicio de las obras de ampliación de la estación de servicio de la compañía Campsa. Según los vecinos, se van ampliar los depósitos de combustible, que pasarán a almacenar 60.000 litros en vez de los 10.000 actuales. Asimismo, se van a instalar dos nuevos surtidores de gasóleo y gasolina que van a quedar a cuatro metros de las viviendas de la calle de Bravo Murillo y de la glorieta de Quevedo.Según los manifestantes, que efectuaron ayer la tercera concentración en el último mes, las obras han comenzado sin informar al vecindario, al departamento de bomberos ni al de Tráfico y Vías Públicas. Además, han denunciado la contaminación que genera el surtidor a causa de la evaporación de los gases emanados del combustible.

Diego Cruz, presidente de la asociación El Organillo, se lamentaba ayer porque la mayoría de los vecinos afectados son personas mayores y jubilados. "Seguirán protestando frente a la gasolinera, aunque a veces son más los agentes de policía antidisturbios que los propios manifestantes", explicó.

Uno de los afectados, propietario de un laboratorio de fotografía situado frente a las obras, explicó a Efe que "aunque la Junta de Chamberí nos está apoyando, sólo tenemos palabras, nada por escrito, y nos tememos que esto siga adelante y nos arruinen".

Fuera del casco

Los vecinos sospechan que la licencia que permite a la gasolinera ampliar sus depósitos, otorgada, según ellos, por la Gerencia Municipal de Urbanismo, incumple las promesas del alcalde, José María Álvarez del Manzano,de alejar este tipo de instalaciones de las zonas densamente pobladas.

Además, consideran que al menos "es exigible estabilizar la situación de riesgo, no incrementarlas con unas obras que aumentarán el número de usuarios, el volumen de combustible almacenado, el tamaño de las instalaciones y el trasiego de combustible".

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La estación de servicio carece también, según los vecinos, de zona de maniobra y estacionamiento: "Al no tener espacio van a utilizar como acceso y lugar de maniobra el carril izquierdo de la calle de Bravo Murillo, lo que va a crear problemas que se verán incrementados con un mayor y más diverso número de usuarios. Se va a armar un conflicto muy grande de tráfico porque la gasolinera no está preparada para tantos coches".

Los vecinos reclaman del Ayuntamiento la eliminación de esta gasolinera. "Hemos pedido al concejal del distrito, Luis Asúa, del PP, que intervenga ante la Gerencia y si no conseguimos que se suprima, al menos le proponemos que no se extienda el depósito".

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