Un tribunal retiene a Elián en EEUU hasta que decida sobre un posible asilo político
Elián González debe quedarse de momento en Estados Unidos, según sentenció ayer el Tribunal federal de Apelaciones de Atlanta. Otorgando una importante victoria parcial a los parientes del niño balsero de Miami frente al Gobierno de EEUU, el tribunal prohibió que Elián salga del país mientras prosigue el proceso judicial. Además, señaló que debe tomarse en cuenta el deseo del pequeño de no regresar a Cuba. Los tres jueces no se pronunciaron sobre si, entretanto, el niño debe o no ser entregado a su padre, Juan Miguel González, que espera en Washington desde hace dos semanas.
Una explosión de euforia acogió en la Pequeña Habana, el barrio más cubano de Miami, la noticia de que Elián se queda un tiempo más en EEUU, como mínimo hasta mediados de mayo, cuando ese mismo tribunal de Atlanta decida entonces si Elián, y Lázaro González, su tío abuelo y tutor desde el pasado noviembre, en su nombre, tienen derecho a pedir asilo político. Si la respuesta es positiva, el caso se alargaría aún más. El tribunal de Atlanta estimó ayer que, puesto que ya lleva cuatro meses y medio en EEUU, no existe la menor prisa en que Elián vuelva a Cuba. Su sentencia adelantó que Lázaro González tiene sólidos argumentos para iniciar el proceso de solicitud de asilo político para el niño, aunque se reservó hasta mayo una decisión final sobre el asunto.
En las 16 páginas de su escrito, el tribunal empleó un tono muy crítico respecto al modo como el Servicio de Inmigración (INS), que depende del Departamento de Justicia, está llevando el caso. Los tres jueces escribieron en su auto: "Según las actas del proceso, el demandante, aunque sea un niño pequeño, ha expresado el deseo de que no quiere volver a Cuba". Y añaden: "Parece que los funcionarios del INS no han intentado nunca entrevistar al demandante [Elián] sobre sus propios deseos. No está claro que, al considerar que el padre del demandante es su único representante, el INS haya tomado en consideración todos los hechos relevantes, particularmente los intereses independientes del niño a buscar asilo".
Tras retar al Gobierno y negarse a entregar a Elián al INS para que éste se lo devuelva a su padre, Lázaro González consiguió ayer un importante respaldo moral y legal. Pero el Departamento de Justicia se apresuró a subrayar que el tribunal de Atlanta no se pronunció sobre otro elemento polémico: la entrega de Elián a su padre, algo que sigue siendo legalmente posible. En caso de que el Gobierno se decida a cumplir sus reiteradas amenazas y arrebate a Elián del domicilio de Lázaro en Miami para reunirlo con su padre, lo que quedaría bloqueado por el auto de ayer es el regreso de los dos a Cuba. El objetivo del tío abuelo es que el caso dure un año y un día, momento en el cual, en virtud de la Ley de Ajuste Cubano, Elián se convertiría de modo automático en residente en EEUU.
El departamento de Justicia lleva ya dos semanas advirtiendo que tiene preparado el dispositivo policial necesario para irrumpir en la casa de la Pequeña Habana y hacerse cargo del niño balsero. Pero, por temor a las imágenes televisivas y a la reacción de la comunidad cubana de Miami, aplaza una y otra vez la acción de fuerza. Janet Reno, titular de Justicia, insistió ayer en que "llegará un momento en que no quedará otra alternativa" que la fuerza. Pero se apresuró a añadir: "Tenemos que hacerlo de un modo muy pensado y cuidadoso".
Para evitar llegar a ese punto, Kendall Coffey, abogado de Lázaro, le dijo ayer a Reno: "Respete el dictamen, no lo saque por la fuerza", informa Rosa Townsend.
Una 'victoria' contra Fidel
El exilio cubano no cabía en sí mismo. Abrazos, lágrimas, banderas cubanas y gritos de "abajo Fidel", "Reno vete para Cuba" y "libertad para Elián". Las calles de Miami eran una fiesta por la victoria contra el régimen de Fidel Castro. Cientos de cubanos abandonaron su trabajo y peregrinaron hasta la casa-santuario donde vive Elián con su tío abuelo Lázaro González. "Lo que estamos viendo aquí es la celebración de una victoria después de 41 años de tiranía, de traiciones, de sufrimiento. Eso es lo que el pueblo norteamericano y el mundo tienen que reconocer", dijo el alcalde del condado de Miami-Dade, Alex Penelas. El niño naufrago de seis años ha despertado un fervor casi místico. Y el misticismo ha derivado en fanatismo. Ayer cada vez que Elián salía a jugar de la mano de su prima Marisleysis la multidud explotaba. "Moriremos por él si es necesario, no nos importa que nos arresten", decía Margarita Fábregas, una de las habituales en la casa de la Pequeña Habana, de donde nadie creía que la ministra de Justicia, Janet Reno, se vaya a atrever ahora a sacar a Elián.
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