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Una exposición recoge los principales hitos de los pioneros de la aviación

El Prat El Plus Ultra es uno de los aparatos míticos de la aeronáutica española. Este hidroavión realizó la travesía del Atlántico sur, desde Palos de Moguer hasta Buenos Aires en 1938, para posteriormente transportar correo entre la capital argentina y Montevideo, en un recorrido que sumó algo más de 10.000 kilómetros. Una maqueta de esta aeronave es una de las piezas que se muestran desde ayer y hasta el 20 de mayo en el aeropuerto de El Prat en una exposición que, bajo el título La conquista aérea de los océanos, 1919-1939, pretende rendir homenaje a los pioneros de la aviación mundial.

La exposición arranca en 1919, año en que por primera vez un avión cruzó el Atlántico. A través de diferentes paneles, los visitantes pueden conocer los principales hitos que marcaron las primeras décadas de la aviación, cuando el componente de aventura aún no había dejado paso a la comercialidad. Así, la exposición repasa hechos cruciales en el desarrollo de la aeronáutica, como la primera travesía del Polo Norte (1928); la superación de la velocidad de 200 kilómetros a la hora (1931); el establecimiento del primer correo postal regular (1934) y del primer servicio comercial a través del Pacífico (1935), y la derrota de los dirigibles en su lucha con los aviones (1937).La exposición da cierto protagonismo a cuatro vuelos que tuvieron un enorme valor para la historia de la aviación española. Además del primero, el del Plus Ultra, trata de los que efectuaron los sesquiplanos Jesús del Gran Poder y Cuatro Vientos, que despegaron de Sevilla para volar respectivamente hasta Brasil y Cuba, y la avioneta Santander, que hizo el recorrido entre Gambia y Brasil. Las maquetas de estos aparatos también aparecen en la exposición.

Utensilios de vuelo

Además, la exposición incluye aparatos y utensilios utilizados por aquellos pioneros. Se muestran componentes de los aviones, como un motor o una hélice; también se exponen un teletipo de los años cuarenta, una lámpara de señales de torre de control dirigida manualmente, un transmisor de código Morse, un maletín médico de emergencia sanitaria, un mono de piloto y una máscara de cuero con gafas de cristal de los años veinte, y un voltímetro, entre otros objetos cedidos por el Museo del Aire y el aeropuerto de Málaga.

La exposición está basada en un libro de Felipe Ezquerro editado recientemente por AENA (Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea), el organismo dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona los aeropuertos. La exposición se exhibe en la primera planta de la terminal B ampliada, en una zona de acceso público.

Vicens Gimenez
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