El jurado condena al joven acusado de matar a otro en una discoteca
Un jurado popular declaró ayer culpable de un delito de homicidio a Pablo G. T., un hombre juzgado por matar de una puñalada a otro joven, Alejandro Ch., de 20 años, en la discoteca Calavera, en El Perellonet, una pedanía de Valencia. El veredicto fue tomado por unanimidad después de que los 11 miembros del jurado aceptaran la versión de los hechos defendida por el abogado de la acusación, Juan Carlos Navarro Valencia, y el fiscal adscrito al caso. Éste solicita ahora 12 años de prisión para el procesado, aunque la facultad de fijar la pena no es del jurado sino del magistrado que ha dirigido el juicio. El jurado ha considerado probado que en la madrugada del 23 de agosto de 1998, tras una multitudinaria reyerta provocada por un trivial codazo, Pablo G. T. atacó con una navaja a Alejandro Ch. ocasionándole heridas en la mandibula y el tórax. Ésta última resultó mortal, aunque el procesado negó en la vista del juicio haber atacado a nadie con el arma blanca. Sin embargo, durante el juicio, un agente de la Guardia Civil aseguró que el acusado había confesado la autoría del crimen; dos expertos certificaron que había sangre de la víctima en el pantalón del agresor y el vigilante del local apuntó que, aunque no fue testigo directo del hecho, nadie más pudo apuñalar a Alejandro.
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