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La policía detiene al patrón de una patera que llegó a Canarias con otros 14 inmigrantes

El incesante goteo de pateras que llegan desde hace meses a Canarias continuó la madrugada de ayer con la llegada de otros 14 inmigrantes (incluido el patrón) a sus costas tras el masivo desembarco de un centenar de magrebíes y subsaharianos del día anterior. Las últimas embarcaciones llegan pese al mal tiempo reinante, que forzó a las autoridades a suspender incluso las tareas de búsqueda de las cinco personas que viajaban en uno de los frágiles botes que naufragó el sábado. En este suceso murieron dos mujeres, una de ellas embarazada. Los pescadores aseguran que ven pateras casi a diario.

Los 13 integrantes y el patrón de la última patera que arribó ayer hacia las 3.00 a la Playa de Piedras Caídas, en Fuerteventura, fueron detenidos. Entre ellos se encuentran ocho mujeres, y todos proceden del África subsahariana, concretamente de Nigeria y Sierra Leona. El único magrebí, como en el caso de la embarcación siniestrada el sábado, es el patrón, que afirma ser marroquí.La suerte de este presunto traficante de personas será la misma que la de los patronos de las embarcaciones que entraron en aguas canarias el sábado y que pasaron de inmediato a disposición judicial. De momento, según fuentes de la Delegación del Gobierno, todos ellos están acusados de un delito de tráfico ilegal de personas, aunque no se descarta que algunos puedan ser acusados también de homicidio involuntario, tal y como sucedió con Abdoula Amarache, el patrón de la primera patera que protagonizó un naufragio mortal en las aguas del archipiélago en julio del pasado año, que ingresó finalmente en prisión.

El rastreo en la zona norte de la isla de Lanzarote, donde se hundió la patera el sábado con 20 inmigrantes, de los que permanecen desaparecidos cinco, no ha dado resultado hasta el momento. Se cree que entre los desaparecidos hay cuatro hombres y una mujer. Miembros del equipo de rescate consideran que el fuerte viento puede haber desplazado los cuerpos, lo que dificulta aún más su localización.

Ante este aumento masivo de inmigrantes irregulares, la policía y Guardia Civil han incrementado las medidas de control y vigilancia de las aguas y playas, fundamentalmente de las dos islas más orientales (Lanzarote y Fuerteventura).

Autoridades desbordadas

El desbordamiento con que las autoridades y ONG están actuando en sus respectivas funciones de tramitar los expedientes y atender las primeras necesidades de los inmigrantes se está viendo compensado por la agilidad en los procesos de repatriación. En este sentido, la Delegación del Gobierno en Canarias ha anunciado ya que los 99 inmigrantes que arribaron la madrugada del sábado serán repatriados en 72 horas, si bien otras fuentes reconocen que la devolución de los subsaharianos es más compleja que la de los inmigrantes magrebíes, tanto por las situaciones de conflicto que atraviesan sus países de origen como porque no existen con ellos convenios de repatriación.

Por su parte, y frente a quienes culpan -como hiciera ayer el director insular de la Administración del Estado en Lanzarote, Francisco Cabrera, a Coalición Canaria por aprobar en su momento la nueva Ley de Extranjería- de este incremento en el número de inmigrantes a la vigente legislación, el consejero de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, el nacionalista Marcial Morales, pidió que "no se mezclen las churras con las merinas", calificando estas posiciones de "demagogia barata" e invitando a que "demuestren que con otra ley, la inmigración sería un fenómeno evitable".

Traer un hijo en el vientre es casi como llegar con un salvoconducto

La muerte de Lilian Imatitikwa, la mujer nigeriana de 30 años que se encontraba embarazada de tres meses y falleció ahogada la madrugada del sábado tras naufragar la patera en la que viajaba, contrasta con la historia de su compatriota Cinthya Uwagbou, de 19 años, que diez días antes daba felizmente a luz en un Hospital de Fuerteventura, apenas dos días después de haber pisado tierra canaria tras una penosa travesía de 12 horas también en patera.El caso de Cinthya ha abierto un debate jurídico y social sobre la situación en que quedan ella y su hija. Según las fuentes consultadas, la aplicación estricta de la ley permitiría la repatriación de ambas. Sin embargo, tanto el delegado del Gobierno en Canarias, Antonio López, como las autoridades locales abogaron por la posibilidad de abrir una puerta para que esta joven nigeriana permanezca en Canarias por razones humanitarias. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado ha dado argumentos para evitar su devolución: "En estos casos, el bienestar de la madre y el hijo son una prioridad absoluta". La Delegación del Gobierno lo reconoce, pero puntualiza que " nacer en estas circunstancias en territorio español no le legitima en absoluto para considerar al recién nacido español".

Vacío legal

Los fuentes jurídicas aseguran que existe un vacío legal aunque, con la ley en la mano, el menor puede optar a la nacionalidad española en el momento en que lleve un año residiendo en el país. Esta circunstancia permitiría a la madre quedarse con él ateniéndose al artículo 17 del capítulo segundo de la nueva Ley de Extranjería, que se refiere al reagrupamiento familiar: "Podrán obtener el permiso de residencia para reagruparse los ascendientes del residente extranjero cuando dependan económicamente de éste y existan razones que justifiquen la necesidad de autorizar su residencia en España".

Desde el punto de vista legal, sería teóricamente posible expulsar a la madre y el hijo antes de que el segundo cumpla un año, simepre que la expulsión no pusiera en riesgo la salud del bebé. Pero ¿quién puede asegurar que esto es así?

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