Francia revisa el concurso de telefonía móvil multimedia para obtener mayores ingresos
El Gobierno británico ha descubierto a Europa que el sistema de subasta para la concesión de licencias de telefonía móvil UMTS es un filón. El Gobierno francés reconoció ayer que, ante la enorme cantidad que las operadoras están dispuestas a pagar, se propone cambiar el sistema de concurso (según criterios técnicos) exigiendo una cantidad mínima para poder participar en el proceso, que irá a las arcas del Estado. La subasta británica, que reportará unos seis billones de pesetas, contrasta con el concurso realizado en España, por el que se ingresarán 86.000 millones.
El Ministerio francés de Economía, dirigido por Laurent Fabius, ha propuesto modificar el sistema de concesión de licencias para la nueva generación de teléfonos móviles (con tecnología UMTS, que permite la convergencia de Internet y los teléfonos celulares) instituyendo un canon de entrada y tasas anuales sobre beneficios más elevadas a las inicialmente previstas, según confirmaron ayer fuentes gubernamentales. La iniciativa cuenta con el apoyo del secretario de Estado de Industria, Christian Pierret.Según esas mismas fuentes, ha sido el discurrir de la subasta británica, en las que se están ofreciendo cantidades estratosféricas por las licencias, lo que ha llevado a París a plantearse seriamente optar por un procedimiento similar y no por el concurso puro, basado en criterios técnicos y compromisos de inversión. El Gobierno francés espera así ingresar varias decenas de miles de millones de francos, tomando como referencia la subasta británica, y con expectativa de obtener una cantidad muy superior a la que logró (60.000 millones de pesetas) con la concesión de las licencias GSM, una generación tecnológica anterior al UMTS.
En España, 86.000 millones
Las siete multinacionales que aún participan en la subasta de cinco licencias en el Reino Unido han ofrecido ya, tras 129 rondas, un total de más de 20.000 millones de libras (5,5 billones de pesetas) y los analistas consideran que la puja tiene más recorrido. Los contendientes, entre los que se encuentra Telefónica con una oferta superior al billón de pesetas deberán seguir pujando hasta que dos de ellos renuncien.
También Alemania ha optado por la subasta, estableciendo un mínimo de 102 millones de euros (17.000 millones de pesetas) para acceder a ella.
Las cifras que se barajan en Londres contrastan con lo que va a ingresar el Estado español, uno de los primeros en Europa en resolver el concurso de licencias. El Ejecutivo del PP optó por el sistema de concurso y estableció que los ganadores (Telefónica, Airtel, Amena y Xfera) pagarían 21.500 millones cada uno, además de un porcentaje de sus ingresos cuando empiecen a dar servicio a mediados del 2001.
Las fuentes gubernamentales francesas precisaron que la propuesta para remodelar el concurso está ya sobre la mesa del primer ministro, Lionel Jospin, y tiene "muchas posibilidades" de ser adoptada. Las modalidades de concesión de licencias deberían publicarse a más tardar en junio próximo. El esquema inicial preveía conceder, sobre la base del único mérito de los informes presentados y sin canon de entrada, cuatro licencias UMTS, que deberían comercializarse a partir del 2002. Las modificaciones propuestas pretenden evitar que el Estado francés salga "perjudicado" con respecto a otros países que han optado por la subasta (Austria, Bélgica, Alemania, Suiza, Holanda).
Los Gobiernos están divididos. La subasta es más transparente y genera mayores ingresos al Estado, pero puede poner en aprietos los planes de negocio y la inversión en redes. Por contra, el concurso (España, Portugal, Suecia, Finlandia, Dinamarca) es menos transparente y permite a los Gobiernos dirigir su política sectorial. Los ingresos llegan vía impuestos sobre resultados. Bruselas y el UMTS Forum, que agrupa a 160 empresas, no se han decantado por uno u otro mecanismo de adjudicación.
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