"El gran problema del PNV es que ha introducido Lizarra en el Gobierno"
El que fuera portavoz de Gesto por la Paz durante casi una década ha descubierto en el último año el peso de la "doble jornada" que soportan las mujeres trabajadoras que han tenido un hijo. Sin embargo, la paternidad de Imanol Zubero (Bilbao, 1961), -"Naia ha nacido en un País Vasco que mira definitivamente hacia la paz", asegura- , no le ha impedido dejar su semilla analítica en el vendaval político vasco. Unas veces desde las aulas de la UPV, otras desde las colaboraciones en los medios. Parte de esas ideas llenan su libro Columnas vertebradas (editorial Hiria).Pregunta. La oposición ha hecho de la exigencia del adelanto electoral su única estrategia.
Respuesta. La oposición aprovecha la debilidad del adversario. Pero se plantean cuestiones contradictorias que no lo son: el énfasis en el valor de lo existente. De manera democrática es posible cambiar lo establecido. Pero unos se encasillan en mantener lo existente y otros en cambiarlo. Puede que con nuevas elecciones no cambie nada porque se va a sustituir a unos defensores de unas posturas irreconciliadas con otras. Puede haber otra correlación de fuerzas, pero sin integración de posturas, es nula.
P. ¿La decisión de EH de no acudir al Parlamento, es escenificación o huida hacia delante?
R. Hay mucho de sobreactuación. El problema de la izquierda abertzale es que se niega a reconocer lo existente. Si por la vía de los hechos va reconociendo e integrándose, eso les supondrá contradicciones. EH no ha realizado participación deslegitimadora en la Cámara.
P. Lo que que ha hecho este año es legitimar a Ibarretxe.
R. Cierto, más legitimación que esa no hemos conocido nunca por parte de ese mundo.
P. ¿Lizarra está muerto?
R. El gran problema del PNV es que ha introducido Lizarra en el Gobierno. Lizarra tendría que ser otra cosa diferente a un acuerdo de nacionalistas. Pero no creo tampoco que salga gratis calificar de títere al lehendakari, y menos de títere de ETA. Porque, con esa misma ilegitimidad, no quiero pensar lo que se le puede decir a un lehendakari no nacionalista. Se han sobrepasado límites que nunca se deberían haber sobrepasado. Se impone un pacto de no agresión institucional.
P. O una moción de censura.
R. Creo que a partir de ahora vamos a ver muchas veces a EH apoyando al Gobierno y a PP-PSE trabajando unidos a la contra. Me imagino que el PSE hará sus cálculos de a quién le beneficia electoralmente esa estrategia.
P. Pero es que el PSE está descolocado, en busca de su perfil
R. Esa reflexión la deberían hacer todos los partidos. Más allá de deseos, ninguno ha hecho un compromiso con un calendario de lo que quiere, en qué plazos, con qué costes, etcétera.
P. ETA sí parece haber hecho ese trabajo: lo quiere todo y ya.
R. En ETA sólo veo un comportamiento impulsivo. ETA en estos momentos está absolutamente fuera de la realidad política, justo cuando la izquierda abertzale está más conectada que nunca con la política.
P. Pero es que si ETA le permitiera hacer política, ¿no estaría poniéndose fecha de caducidad?
R. El problema es que tal vez ETA haya decidido romper la tregua para meter más presión en favor de la acumulación de fuerzas nacionalistas. Pero la sociedad no da más de sí, ¿qué vamos a hacer o a dejar de hacer para que se produza ese cambio político que algunos intentan conseguir de nuevo con las armas?
P. ¿Lo peor que le puede pasar a Euskadi es que ETA declare de nuevo una tregua?
R. No, no. Que ETA no mate siempre es una buena noticia. Lo peor sería que todos volvieramos a repetir los errores cometidos mientras dejó de matar. Pero si la búsqueda de una tregua supone que va a ser mirando a lo que haga ETA, será un error.
P. ¿Cree que ETA ha engañado a todos con la tregua?
R. Probablemente nos hemos dejado engañar pensando que si hacíamos determinadas cosas, ETA iba a abandonar la violencia. Y, tal vez, quien menos se engañó fue el PP. ¿Pero cómo quiere conseguir ETA elecciones en los seis herrialdes, unidad territorial...? Es imposible.
P. Al final, gestionar lo posible en relación a la paz no nos ha llevado a ningún lado.
R. Con la violencia hacemos lo contrario que con la Sanidad, que se gestiona desde el hoy. Nadie espera un cambio significativo para las políticas sectoriales. Con la violencia no asumimos lo que tenemos en cada momento. ¿Que supuso la declaración de tregua? Que esa era la paz posible. No pidamos más. La paz que tenemos ahora es una paz completamente amenazada.
P. ¿La sociedad, no está harta de partidismos en este asunto?
R. El problema es que no acabamos de asumir lo que somos, vemos una parte de nuestra realidad como monstruosa. Los nacionalistas deben darse cuenta que no pueden hacer política amenazando el presente. Deberían ver que la otra parte interpreta que están amenazando la Constitución y el Estatuto con su política; y así no se puede construir futuro porque el 50% siente eso. O, al revés, piensan que los otros intentan cerrar el futuro de este pueblo.
P. ¿Y por qué no se practica ese ejercicio?
R. No es sencillo. Pero es que se pueden hacer cosas más fáciles como reconocer los errores.
P. ¿Sugiere que el PNV debe asumir su error y Egibar y Arzalluz marcharse a su casa?
R. En general, los cambios de liderazgo son importantes, son renovaciones. El tiempo lo esclerotiza todo, hasta las mejores intenciones.
"Gesto no puede actuar como los cascos azules"
P. ¿Qué papel deben jugar ahora grupos como Gesto o Elkarri?R. Creo que poco, sinceramente. Si algo ha caracterizado a la movilización ciudadana es el mestizaje, ésos han sido los mejores momentos de la sociedad. Pero también a nivel político: los mejores gobiernos han sido los que combinaban nacionalistas y no nacionalistas. Esto se ha perdido en lo político y se está perdiendo en la calle. Y hay un impulso muy fuerte de las movilizaciones monocolores.
P. ¿Ustedes criticaron con dureza la división en la manifestación de protesta en Vitoria por el asesinato de Buesa y su escolta?
R. Sí, pero Gesto no puede actuar como una suerte de cascos azules de la ONU. Hay que seguir por la línea crítica fuerte y concreta. Gesto lo tiene difícil para actuar en la calle y debería hablar mucho más con los partidos para que los extremos contrasten con una organización mestiza como la nuestra. El caso de Elkarri es que nació como un mediador, pero se ha alineado con una de las partes. Pero dentro del mundo nacionalista, Elkarri hace y debe hacer una labor fundamental.
P. ¿Hay que reunir ya la mesa multipartita de Ibarretxe?
R. La sede en la que se dialogue es lo mismo, lo importante son los contenidos.
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