Ellas también saben jugar

El rugby es un deporte duro, de contacto físico, violento a veces. Un deporte de hombres. O no. La Federación Española nunca ha prohibido que compitan chicas en categorías inferiores (hasta infantil, cuando cumplen 14 años). A partir de categoría cadete sí está prohibida la participación de niñas pues las diferencias físicas entre sexos se hacen patentes en esas edades. En las competiciones de categoría benjamín o infantil suelen participar equipos en los que juegan dos o tres chicas, algunas de ellas mejores que sus compañeros.Ése es el caso del equipo infantil del colegio Aljarafe, en Sevilla. En sus filas juegan algunos de los mejores chavales de la categoría. Este año ya han ganado la competición municipal y ahora preparan el campeonato de Andalucía, que se celebrará en Almería, y el de España, en León. En el equipo destacan dos chicas que juegan en dos puestos clave: Sara es medio mêlée y Carmen es medio de apertura.

"Las chicas están perfectamente integradas en el equipo y no es que las dejemos jugar, sino todo lo contrario. Nos aprovechamos de su calidad porque son de lo mejor que tenemos", afirma Valentín Trillo, uno de sus entrenadores.

Su filosofía de equipo va más allá de alinear niñas. Pretenden que los chicos aprendan algo más que rugby. Los domingos, en los partidos oficiales, todos juegan. Piden permiso a los rivales para superar el límite de tres cambios, y cuando el equipo contrario no llega al número mínimo de jugadores, algo habitual en esta categoría, ellos mismos ofrecen a sus suplentes para completar al otro conjunto.

Entonces, todo normal ¿no? Parecen un club ejemplar. Sí, todo normal hasta que el Ayuntamiento de Sevilla se decidió a aplicar al torneo municipal su reglamento, que no permite la competición mixta en los juegos municipales.

Uno de los equipos participantes, el CR Sevilla, denunció a su rival tradicional, el San Jerónimo, por haber alineado chicas en su derby particular. A partir de esa denuncia, los técnicos del Ayuntamiento comenzaron a aplicar una normativa que, además de ir contra la reglamentación de la Federación Española de Rugby, no se había observado jamás, pues varios clubes habían jugado con niñas en los últimos años. Carmen y Sara, por ejemplo, llevan tres temporadas participando en este mismo torneo y esta misma temporada tramitaron su ficha municipal sin ningún problema.

Tras la denuncia, vinieron las sanciones: partido perdido por alineación indebida. Y los primeros sancionados, junto con el San Jerónimo, fueron los chicos del Aljarafe. Los demás equipos decidieron dejar de alinear chicas para poder seguir compitiendo. Y a los sancionados, dada la confusión normativa, se les permitió repetir sus partidos.

El Aljarafe se negó a hacerlo. "¿Para qué íbamos a repetir el partido si íbamos a volver a jugar con las chicas?", dice Manuel Trillo, que completa la pareja de hermanos que dirige el equipo. El Aljarafe ha seguido jugando con sus chicas y, por falta grave reiterada, ha sido descalificado de la competición, pese a haberla ganado con grandes diferencias (una sola derrota y once victorias, la última con el resultado de 180-5, contra el CAR Portaceli).

¿Por qué tanta cabezonería? "Porque no queremos enseñarles a competir, sino a jugar. Ganar es lo de menos. Con su edad el objetivo debe ser formar un grupo y fomentar la convivencia. ¿Cómo le digo yo a mitad de temporada a uno de mis jugadores que se tiene que ir a su casa y no volver más? Que sea niña es sólo una casualidad. Y si la norma del Ayuntamiento está mal, hay que cambiarla y no aplicarla a rajatabla", reclama Valentín.

En el Ayuntamiento dicen que la norma será modificada el próximo año, pero que en este torneo había unas reglas que aplicar y se han aplicado. ¿Cómo es que no se había hecho antes?. "Nadie había presentado una denuncia. No sabíamos que jugaban niñas", dice Esther Gómez, de la Delegación de Deportes. ¿Y la ficha? "Tramitamos 25.000 cada año, es fácil que se nos pase alguna errónea".

Al Aljarafe no le importa cómo acabará la historia. Esperan que la Federación Andaluza tome cartas en el asunto, aunque hasta ahora han echado de menos su respaldo. Mientras preparan próximos compromisos, siguen convencidos de que su apuesta educativa a través del deporte no tiene futuro sin las chicas.