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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Relevo en CC OO

Relevo en CC OO Comisiones Obreras concluye hoy su congreso sin haber logrado superar las diferencias internas con el llamado sector crítico, empeñado en un modelo de sindicalismo tradicional en nombre de un supuesto giro a la izquierda, mientras la mayoría refuerza su apuesta a favor de una estrategia sindical más proclive a la negociación social que a la confrontación, y autonóma respecto de intereses de partido o de Gobierno.La elección de José María Fidalgo como nuevo secretario general de CC OO, en sustitución de Antonio Gutiérrez, reafirma la voluntad del sindicato de seguir por una vía que se ha revelado fructífera en los últimos años, con la firma de importantes acuerdos sociales y de empleo con el Gobierno y la patronal. Fidalgo, un veterano de CC OO y su primer secretario general no comunista, hereda no sólo un sindicato consolidado como actor importante en la gestión de la política social, sino una organización que presta servicios a casi un millón de afiliados, que tiene en nómina a 2.500 empleados y maneja un presupuesto anual de casi 11.000 millones.

Gutiérrez deja el cargo tras casi 13 años de mandato. Durante este tiempo, el sucesor de Marcelino Camacho ha sabido transformar CC OO, un sindicato políticamente vinculado al partido comunista y con demasiados tics de la clandestinidad franquista, en una organización autonóma, que no supedita su estrategia a la victoria de un determinado partido y que tiene en cuenta los cambios habidos en la estructura económico-social. Sin olvidar una decidida apuesta por la unidad de acción con el otro gran sindicato, UGT. El discurso de despedida de Gutiérrez ha constituido en gran medida un recordatorio de esa práctica confrontada durante años a la realidad. No debe extrañar por ello que el secretario general saliente haya reconocido algunos méritos a la política social del Gobierno de Aznar, con el que los sindicatos alcanzaron acuerdos, y que, por el contrario, criticara determinadas actitudes de la izquierda por incoherentes.

Gutiérrez ha desechado entrar en política, al menos hasta que la izquierda vuelva a ser un "polo de atracción". Tras de sí deja un modelo sindical más fortalecido y, sobre todo, más prestigiado como agente negociador; un sindicato con escasa afiliación, pero representativo. A su sucesor le tocará afrontar los profundos cambios que la revolución digital está introduciendo en el mundo empresarial y laboral.

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