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GENTE

RECLAMA SU PIERNA ORTOPÉDICA SUBASTADA

Los jueces no deberían de tener derecho a incautarse de la pierna de un insolvente y sacarla a subasta, aunque la pierna en cuestión sea ortopédica. Es lo que piensa el abogado de Enrique Vilageliu, pobre de solemnidad y delincuente confeso que purga condena en la prisión de Muret (Alta Garona). Cuando fue detenido, el hombre dejó una deuda de 29.000 francos (725.000 pesetas) en alquileres impagados y algunos pufos más, así que la justicia se lanzó sobre sus bienes y los sacó a subasta con el propósito de resarcir a las víctimas. El lote correspondiente a Enrique Vilageliu no era, efectivamente, gran cosa: vajilla de la corriente, barras de cortinas y pertenencias de dudosa utilidad presentadas piadosamente como "artículos diversos". Lo más interesante de esos objetos era, sin duda, una pierna ortopédica y dos muletas usadas, pero como nadie entre el público mostró deseos de pujar fueron adjudicados por 70 miserables francos (1.750 pesetas). En conjunto, los bienes subastados arrojaron la suma de 1.400 francos. Una ruina. El preso ha decidido reclamar la prótesis y, de paso, denunciar al juez que autorizó la subasta. Aunque dispone de otra pierna ortopédica y de nuevas muletas, Enrique Vilageliu echa en falta la antigua prótesis, porque, asegura, le resulta más familiar. Dadas las circunstancias, su abogado cree que la causa puede salir adelante. "No todos los bienes pueden ser incautados así como así, porque de lo contrario habrá que admitir que los presos son hasta tal punto despreciables que se les puede desmembrar y sacar a subasta por partes", ha dicho muy indignado.- ,

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