Aprobada la salida de PRISA a Bolsa

La junta general de accionistas del Grupo PRISA aprobó ayer la colocación en Bolsa de hasta un 25% del capital tras la integración en el mismo de las empresas Santillana, Mateu Cromo y Mateu Inmobiliaria. De la oferta pública de venta (OPV), que se realizará en junio, se reservará entre un 20% y un 25% al tramo minoritario, en el que quedará comprendida una oferta a los empleados del grupo y de las sociedades participadas al menos al 50%."Hoy, PRISA tiene que dar un paso adelante", dijo Jesús de Polanco al presentar a los accionistas la propuesta de integrar Santillana, Mateu Cromo y Mateu Inmobiliaria, así como el propósito de crear "la arquitectura de la PRISA del siglo XXI". Esta expansión se basa en "idénticos valores, con los mismos principios de independencia, profesionalidad, compromiso cívico con la democracia, la defensa de las libertades, la modernización y la cultura con los que surgió EL PAÍS y con los que nos hemos desarrollado como grupo". Con estos criterios, añadió, "impulsamos la PRISA digital y los proyectos de nuestras empresas".

Jesús de Polanco defendió también la salida a Bolsa de hasta un 25% de las acciones, como una decisión con la que "PRISA se hará más fuerte y estará en mejores condiciones para preservar su independencia y atraer los recursos necesarios a fin de emprender nuevos proyectos".

Al explicarlo, Polanco destacó que la operación está guiada por la necesidad de transformar la estructura de capital en PRISA, a fin de hacerla más competitiva con su entorno, y también por la necesaria "institucionalización de nuestra empresa, ligada hasta ahora sobremanera a mi devenir personal y el de mi familia".

"Aunque, para desgracia de quienes nos zahieren", dijo Polanco a los accionistas, "les aseguro que tengo cuerda para rato, ya he dicho en alguna ocasión que sería una irresponsabilidad por mi parte no tratar de garantizar, al menos, otro cuarto de siglo de estabilidad y crecimiento para un grupo de comunicación tan importante como el nuestro". En ese proceso de institucionalización quedan garantizadas la independencia y autonomía de EL PAÍS, según destacó el presidente del grupo.

Jesús de Polanco también comunicó a la junta general la propuesta de destinar al pago de dividendos 3.712 millones de pesetas tras el sobresaliente resultado del grupo en 1999, cuyo beneficio neto fue de 14.241 millones. Igualmente anunció una decisión unánime del consejo de administración por la que se acuerda una gratificación extraordinaria para el actual consejero delegado, Juan Luis Cebrián, que fue el primer director de EL PAÍS, consistente en el pago del equivalente a un punto de la autocartera de acciones propiedad de la compañía, así como la renuncia de Cebrián a la indemnización prevista en su contrato como director de EL PAÍS, firmado en 1975.

Juan Luis Cebrián, que hizo uso de la palabra a continuación, expuso ante todo su gratitud por "la generosa propuesta respecto a mi persona", antes de explicar los resultados obtenidos por las empresas del grupo en 1999 y el estado en que se encuentra el propósito, ya anunciado en la junta general del año pasado, de emprender una expansión que permita situar al grupo a la cabeza de la industria cultural y mediática en el área del español. Un propósito, enfatizó Cebrián, que no respondía, ni responde, "a ningún instinto de megalomanía", ni siquiera a la ambición empresarial de aprovechar oportunidades y mejorar rentabilidad, sino, sobre todo, "a la voluntad de colaborar, desde nuestro peculiar talante fundacional impulsado por José Ortega Spottorno, a la institucionalización de unas formas de hacer transparentes y modernizadoras". El resultado de todo ello no es sólo la excelente marcha de la PRISA actual, sino el cambio iniciado hacia un futuro que "vendrá marcado por la globalización y la convergencia, y a ambas características queremos contribuir con los cambios organizativos y de todo tipo que deban emprenderse. Sólo si somos capaces de entender las novedades podremos controlar sus efectos y orientarlos hacia los fines adecuados".

Enemigos de nadie

Distintos accionistas intervinieron a lo largo de la junta. Uno de ellos, Ricardo Aroca, preguntó, en medio de varias observaciones sobre EL PAÍS, si se había dispuesto durante la reciente campaña electoral de algún sondeo no publicado, como posible explicación al fracaso del difundido; y si Aznar es ahora más o menos enemigo de este periódico. El presidente de PRISA y de EL PAÍS contestó a ese planteamiento: "Nosotros no somos enemigos de nadie". Y en cuanto a la cuestión sobre el sondeo electoral, Polanco recordó que este periódico no hace encuestas, sino que las contrata a una empresa; y que en vísperas de las elecciones generales del 12 de marzo se publicó el que la empresa contratada había entregado.

Los acuerdos de la junta general se tomaron por unanimidad de los asistentes, excepto el de la ampliación de capital social y exclusión del derecho preferente de los actuales accionistas a suscribirla, que contó con un voto en contra.

Garantías de independencia para el diario EL PAÍS

EL PAÍS Madrid

El proceso de institucionalización de PRISA incluye medidas destinadas a garantizar la independencia de EL PAÍS "frente a cualquier invasión de capitales extraños u hostiles a la trayectoria del periódico", según explicó Jesús de Polanco a la junta general de accionistas de PRISA.

"Le hemos dado muchas vueltas", añadió. Toda la operación está pensada para que las cosas queden como están respecto al periódico; pero los cambios jurídicos podrían hacer que eso terminara algún día. Para conseguirlo, se ha efectuado la transformación de la sociedad anónima que edita EL PAÍS en sociedad limitada, forma jurídica que permite dar derechos privilegiados a algunas acciones. La Fundación Santillana ha adquirido participaciones de Diario El País, SL; y se atribuye a esa fundación el derecho de vetar el nombramiento o destitución del director de EL PAÍS, así como el de tomar disposiciones sobre la cabecera del mismo periódico.

A la Fundación Santillana se incorpora el Consejo de Administración de PRISA, ahora reducido a 20 miembros tras el fallecimiento de Jaime García Añoveros -a quien Polanco recordó durante la celebración de la junta, junto con otros accionistas fallecidos-, y que, bajo la forma de sociedad limitada, sólo podrá tener 12. Éstos irán eligiendo por cooptación a sus sucesores. Ese órgano tendrá derecho de veto sobre el cambio del director del periódico, asunto que, junto con el control sobre la cabecera, constituyen las dos garantías esenciales para la línea de EL PAÍS.

El presidente de PRISA explicó estos detalles en el curso de una de las varias intervenciones que efectuó durante la junta. Antes, en su discurso a los accionistas, Polanco reflexionó sobre "la nostalgia de los aspectos románticos de la aventura de EL PAÍS, un periódico que nació en la aurora de la democracia y que contribuyó a construir y fortalecer como ningún otro". Pero los tiempos "han cambiado, y para mejor; nuestro país es un país moderno y las expresiones culturales de su sociedad tienden a organizarse como en cualquier otro desarrollado". De ahí que deba acometerse la expansión de PRISA, a partir de EL PAÍS, siempre con la preocupación de preservar la autonomía de este periódico.