Toledo exige a Fujimori una campaña limpia para la segunda vuelta electoral en Perú
El candidato opositor Alejandro Toledo recibió el anuncio de una segunda vuelta electoral en Perú en un baño de masas en la madrugada de ayer española. Y ante ellas, prometió: "De nuestro lado nunca encontrarán una campaña que sea sucia, de golpes bajos, pero sí exijo un debate público [con Alberto Fujimori]". La lucha por la presidencia peruana está más abierta que nunca, y la comunidad internacional insiste en la necesidad de garantizar la limpieza del proceso electoral. Los últimos datos oficiales, con el 97,68% de los votos escrutados, daban a Fujimori el 49,84% y a Toledo el 40,3%.
Los escasos votos que quedaban por contar no eran suficientes para lograr la mayoría absoluta, por lo que ayer ya era clara la necesidad de una segunda ronda. Desde un balcón del tradicional Hotel Bolívar, y ante una multitud que agitaba banderas y festejaba la victoria de una segunda vuelta, Toledo anunció el inicio de una campaña sin revanchismos, pero con la firmeza necesaria para exigir reglas claras. Con los brazos extendidos, previo beso a la bandera nacional, el único rival que puede evitar un tercer mandato del presidente Fujimori agradeció a todos los miles de peruanos que han presionado en la calle para forzar la segunda ronda: "El fraude existió, pero la terquedad democrática colectiva del pueblo" logró frenar el intento del Gobierno de Fujimori de ganar las elecciones en primera vuelta", dijo el cholo Toledo ante los miles de peruanos que durante horas gritaron "Democracia, sí, fraude no".
Desde el final de la mañana del miércoles, miles de universitarios, trabajadores y seguidores de las distintas fuerzas políticas que participaron en las elecciones del 9 de abril se concentraron en la plaza San Martín, en el centro de Lima, para esperar junto a Toledo y los demás candidatos de la oposición los resultados de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Fueron más de ocho horas de espera, pero la euforia de saber que habrá una segunda vuelta compensó.
Un poco más sereno, pero con una felicidad difícil de ocultar, Toledo prometió que un eventual gobierno suyo eliminará la reelección presidencial, normalizará el Tribunal Constitucional y otorgará el voto a los militares. Prometió que en los primeros 30 días de su gobierno devolverá la institucionalidad al país e iniciará la reconstrucción de un poder judicial independiente.
Asimismo, manifestó su voluntad de gobernar en unidad nacional, sin que ello signifique que la personalidad de su partido, Perú Posible, cambie. "Me ha tocado por razones de la historia liderar ahora la oposición y lo haré con mis propias convicciones, sé lo que hago, a mí no me maneja nadie y tengo capacidad de convocar consensos", sentenció.
Dirigiéndose a los empresarios les dijo que será respetuoso con la propiedad privada, estimulará la inversión y respetará las privatizaciones. Finalmente, sostuvo que defenderá la libertad de prensa y que no existirán cadenas de televisión "secuestradas". Ayer mismo se conoció la intención de Baruch Ivcher, el empresario israelí que fue despojado de su nacionalidad peruana y del canal de televisión del que era accionista mayoritario, de retornar al país. Días antes, llegó a Lima Genero Delgado Parker, empresario a quien se le quitó el control de su canal televisivo (Red Global).
Toledo sabe que necesita de todos los votos de los demás partidos de oposición para vencer. Aritméticamente, y teniendo en cuenta los resultados de los votos para el Congreso, si cuenta con esos apoyos, Toledo podría alcanzar el 52% de los votos. Lo primero que deberá calibrar es el valor de una alianza con el Partido Aprista Peruano (APRA) y las posibles compromisos que comporte. Conocidos los resultados, un comentarista de televisión afín al Gobierno se preguntaba en voz alta si la participación del APRA en un eventual Gobiernosignificaría que se le "perdone la vida" al ex presidente Alan García, quien salió del país, tras el autogolpe de Fujimori en 1992.
Confianza en el sistema
[El jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Perú, Eduardo Stein, consideró ayer que la confianza en los organismos electorales es fundamental para la segunda vuelta, que se debe celebrar a más tardar el 28 de mayo, ya que se debe efectuar como máximo 60 días antes de la fecha para la toma de posesión, prevista para el 28 de julio. Stein destacó que la misión de la OEA que encabeza puede colaborar en asuntos técnicos, pero añadió: "Usted puede tener un sistema funcionando como un reloj suizo, que si la gente le ha perdido la confianza hay que buscar otro tipo de medidas públicas para restaurarla". Por su parte, el representante de la Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Javier Solana, pidió que la segunda vuelta de las elecciones peruanas "sea un proceso transparente y libre", informa Efe].
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