Fujimori se queda a décimas de la mayoría absoluta y habrá segunda vuelta en Perú

Las autoridades electorales peruanas resolvieron en la madrugada de hoy (hora española) la incógnita de si habrá o no segunda vuelta de los comicios del domingo. Según los últimos datos oficiales, gana el presidente Alberto Fujimori con el 49,84% de los votos, escrutado el 97,68%. Pero los responsables del recuento explicaron que ya no se deben esperar variaciones más allá del 0,05%, por lo que Fujimori no lograría la mitad más uno de los votos necesaria para ganar en primera vuelta. El opositor Alejandro Toledo declaró que tiene información que demuestra que su candidatura obtuvo el 56,8% de los votos a nivel nacional.

El dato aportado por Toledo no sólo cuestiona las cifras oficiales, sino las facilitadas por los observadores de Transparencia. "El fraude se ha consumado", dijo Toledo, que ha convocado para mañana una jornada de protesta nacional después de confirmar que no reconocerá ningún resultado que no contemple una segunda vuelta. No se sabía en la madrugada de hoy si los últimos datos oficiales le harán cambiar de planes, ya que con el margen de error del 0,05% Fujimori no lograría la mayoría absoluta.La Oficina Nacional de Registros Nacionales (ONPE) difundió estas últimas cifras pasada la una y media de la madrugada de hoy (hora de Madrid) cuando las calles estaban llenas de simpatizantes de Toledo. La misma oficina invirtió cuatro horas para computar del 70% al 90% de las papeletas, pero el último 7% le costó casi 24 horas; una demora que sólo sirvió para alimentar la sospecha de fraude. Las razones esgrimidas indicaban que los últimos votos pertenecen a las zonas más alejadas e inaccesibles del país, por lo que tardan más en llegar a los centros de cómputo.

Antes de conocer la noticia de que será necesaria una segunda vuelta, Toledo anunció que a partir de hoy recorrerá Perú para encabezar mítines y manifestaciones de protesta contra el fraude y concluir el viernes en una masiva demostración en la plaza de Armas de Lima. "Continuaremos con nuestra terquedad democrática de manera pacífica", advirtió. Pero los 40.000 simpatizantes del rival de Fujimori que pasaron el día de ayer concentrados en la plaza de San Martín, en Lima, comenzaron a celebrar el triunfo de su causa cuando conocieron que se irá a una segunda ronda electoral. Durante todo el día se registraron marchas en numerosos puntos de la geografía peruana.

El candidato opositor recibió en su domicilio a una representación diplomática de la Unión Europea (UE), encabezada por el embajador de Portugal, Alexander de Almeida, que le brindó un respaldo contundente. El presidente francés, Jacques Chirac, transmitió a Toledo su apoyo para que haya un proceso electoral transparente. Particularmente explícito fue el embajador de Francia, Antoine Blanca, que respondió a las acusaciones de injerencia lanzadas por el Gobierno peruano contra varios países occidentales. "Cuando se trata de democracia y derechos humanos, no hay ninguna injerencia", dijo el embajador Blanca. Hubo otras visitas a la residencia del principal adversario de Fujimori, como la de varios miembros de las Fuerzas Armadas "a título individual", según palabras de Toledo. "No hemos tenido ningún contacto con la institución", precisó para desmentir rumores en sentido contrario.

Lima es un hervidero de informaciones que dan cuenta de reuniones de diplomáticos, políticos y militares de distinto nivel. Diversas fuentes señalan intranquilidad en los cuarteles y aseguran que en las últimas horas se ha celebrado una reunión de los jefes de los comandos de las regiones y civiles de la línea dura del Gobierno.

Oficialmente, Fujimori despacha asuntos del Gabinete a la espera de los resultados electorales. En palacio se ha reforzado la vigilancia y se han instalado rejas de seguridad en puertas y ventanas. El presidente mantuvo durante toda la jornada un significativo mutismo y dio la callada por respuesta a la carta que le envió el martes Toledo: "Considerando la grave crisis que vive la Nación, teniendo en cuenta los más altos intereses del país, así como la obligación que nos corresponde asumir como líderes políticos de encontrar caminos pacíficos que permitan resolver el severo cuestionamiento del proceso electoral en curso, le solicito que tengamos una reunión urgente el día de hoy, lo antes posible". El remitente de la misiva lamentaba ayer el silencio presidencial.

La guerra de nervios que provoca la dosificación en cuentagotas de los resultados por parte de la cuestionada ONPE no ha provocado hasta el momento incidentes en la calle. Toledo reitera constantemente a sus seguidores que no caigan en provocaciones y pide a la prensa internacional y los observadores que se queden en Perú, "porque los canales de televisión de señal abierta no tienen el coraje de informar de lo que está sucediendo en el país".