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FIFA y UEFA piden a Estrasburgo que apoye el cambio de la ley Bosman

La FIFA y la UEFA abrieron ayer en Estrasburgo una nueva campaña de presión para lograr que las autoridades europeas se avengan a modificar el Tratado de Amsterdam para acabar con los efectos de la sentencia Bosman, que consagra la libre circulación de los futbolistas de la Unión Europea. El presidente de la FIFA, Lennart Johansson, visitó ayer el Parlamento Europeo acompañado del ex futbolista y ex ministro francés Michel Platini y del entrenador del Manchester United, Alex Ferguson. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, enfermo tras un viaje a China, no acudió a la cita.La delegación futbolista se entrevistó con un grupo de eurodiputados, aunque con suerte desigual, según admitió Johansson. "Hemos venido a exponer nuestras ideas, aunque debo admitir que no todos los diputados estaban de acuerdo con nosotros", declaró en rueda de prensa.

La sentencia Bosman ya no puede ser modificada, admitieron los dirigentes futbolísticos, por lo que la única solución para acabar con la libre circulación de futbolistas es modificar el Tratado de la Unión Europea para otorgar al fútbol un carácter de actividad semejante a la cultura, a pesar de que es una actividad mercantil con importancia creciente en el mundo de la televisión y la publicidad.

Johansson afirmó que la reciente sentencia emitida sobre una judoca belga no iba a influir en el asunto Bosman, a pesar de que esa sentencia considera que toda actividad deportiva que se desarrolla en público, con intereses de publicidad y de televisión, constituyen la base de una actividad económica, según la interpretación que ayer mismo hizo la Comisión Europea en Bruselas.

Modificar el tratado

Los dirigentes de la FIFA y la UEFA quieren el apoyo del Parlamento Europeo para modificar el Tratado. Pero los poderes de la Eurocámara en ese sentido no son ejecutivos y se limitan a la influencia política. La Comisión Europea recordó también ayer que esa modificación del Tratado de Amsterdam no está prevista en la propuesta presentada por Bruselas a los quince socios de la Unión. A juicio del Ejecutivo comunitario, la única opción que le queda a la UEFA es "dirigirse a los Estados miembros para convencerles de que modifiquen el Tratado en el sentido que ellos defienden".

Parlamentarios y dirigentes del mundo del fútbol hablaron también de otros temas, como el problema de los jóvenes del tercer mundo que llegan a Europa "cuando aún no están lo bastante preparados para la vida", los problemas de la violencia entre seguidores como los recientes incidentes de Estambul -en los que murieron dos aficionados del Leeds-, los problemas que puede generar el partido Alemania-Inglaterra de la próxima Eurocopa en Charleroi y el dopaje.

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