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La tensión y la expresividad de las célebres esculturas de Rodin ocupan la sala de l'Almodí en Valencia

Ferran Bono

Algunas de las más célebres esculturas de Auguste Rodin, como El pensador o El beso, se exhiben desde ayer en la sala municipal de l'Almodí de Valencia gracias a la amplia retrospectiva dedicada al reputado escultor francés. Un total de 118 obras (59 bronces, nueve mármoles, 25 dibujos y 25 fotografías), procedentes del Museo Rodin de París, a excepción de dos mármoles de la Colección Thyssen-Bornemisza, integran la exposición que a buen seguro captará la atención del público hasta su clausura el 4 de junio. No en vano, Rodin (París, 1840-Meudon, 1917) es hoy uno de los escultores de mayor fama y predicamento, a pesar de que a finales del siglo escandalizó a sus contemporáneos al quebrar el concepto académico de la belleza.En la muestra organizada por la Fundación La Caixa, en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, se puede observar la gran expresividad de las esculturas de Rodin, quien exageró y retorció las formas de sus obras para penetrar en los aspectos subjetivos de los personajes. Prueba de su interés por la esencia y el concepto y del sacrificio del detalle es El Beso que representa a dos amantes de La Divina Comedia de Dante, o la desproporcionada musculatura en tensión del paradigma del creador para el artista que es El pensador, según explicó el comisario de la exposición y director del Museo Rodin, Jacques Vilain.

Hay numerosas obras notables, como el Monumento a Víctor Hugo, de una tonelada y media de peso, la insólita -es la primera vez que se exhibe- Hombre que anda sobre columna, la rotunda y expresiva cabeza de Balzac, o El hombre de la nariz rota. También se ha seleccionado La edad de bronce, la primera gran obra de Rodin datada en 1875, que cuando fue presentada originó un gran revuelo al no creerse que la había modelado con sus propias manos, sino que la había sacado del molde de un cadáver.

Vilain recordó el carácter mujeriego de Rodin y el erotismo que impregna sus esculturas, características bien presentes en la exposición que atrajó a más de 100.000 visitantes a su paso por Sevilla. La muestra se exhibirá a partir de junio en Bilbao. Mientras tanto, el antiguo granero que fue el espléndido edificio de l'Almodí acoge las obras de Rodin (con el añadido de los mármoles de la Thyssen) en una disposición que ayer elogiaron el secretario general de la Fundación La Caixa, Luis Reverter, y la concejal de Cultura, María José Alcón.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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